De eliminar el programa de Acción Diferida (DACA) para inmigrantes traídos siendo niños a Estados Unidos el presidente Donald Trump haría retroceder los sueños de una generación, afirmó aquí el diario Los Angeles Times.
Deportar a jóvenes que fueron traídos por sus padres de manera ilegal a Estados Unidos sería un acto inhumano y muchos de estos inmigrantes que ahora son adultos no deberían ser castigados, señaló el diario en uno de sus editoriales del día.
El más influyente diario en el oeste de Estados Unidos abordó la filtración surgida de la Casa Blanca en donde se asegura que el presidente Trump está por anunciar la cancelación del programa DACA que fuera lanzado por el presidente Barack Obama en agosto de 2012.
Este programa permitió a cerca de un millón de inmigrantes jóvenes, conocidos como soñadores y que tienen estudios y preparación académica en este país, a tener un permiso de trabajo y un número de seguro social.
Sí, la inmigración ilegal es un problema; Sí, Estados Unidos tiene el derecho de controlar quién entra y sale del país; Sí, hay gente en Estados Unidos que debería ser deportada, reconoció el diario.
“Pero decir a las personas aquí educadas (gracias a las decisiones tomadas por sus mayores) y cuyos sueños están arraigados aquí que ya no son bienvenidas, sería un acto inhumano, sentenció.
El programa de Acción Diferida (DACA) fue diseñado para dar estabilidad a las personas cuyo estatus de indocumentado no es culpa suya.
Algunos llegaron aquí recién nacidos o cuando eran pequeños y en muchos casos ni siquiera se dieron cuenta de que no tenían estatus legal hasta que necesitaron un número de Seguro Social para un trabajo o documentación para probar su elegibilidad para su primera licencia de conducir.
Otros han sabido desde una edad temprana, y han aprendido a vivir como casi fugitivos, temerosos de ser interrogados por la policía o, peor aún, por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Aproximadamente 750 mil personas han recibido autorización que les permiten vivir y trabajar en Estados Unidos sin temor a la deportación y sin derecho a tener residencia legal o un camino a la ciudadanía.
A pesar de las afirmaciones de muchos de los partidarios de Trump, DACA no es un programa de amnistía (porque no ofrece un alivio permanente). Permite un periodo de tiempo a las personas hasta que el Congreso pueda resolver un sistema de inmigración disfuncional de la nación.
Para recibir protección de DACA, los solicitantes deben estar matriculados o haber sido graduados de la escuela secundaria o la universidad, o haber sido dados de alta honorablemente de las fuerzas armadas.
Deben haber sido menores de 31 años a partir del 15 de junio de 2012, y haber llegado a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años y no ser un miembro de una pandilla, entre otros criterios.
Esas son salvaguardias razonables que ayudan a asegurar que los aplazamientos no lleguen a personas que amenazan la seguridad pública o la seguridad nacional, resaltó.
“Trump todavía tiene una opción. Puede mostrar compasión por personas merecedoras que en muchos casos han vivido la mayor parte de sus vidas entre nosotros. O puede seguir los impulsos más oscuros de algunos de sus partidarios, y destruir sueños de cientos de miles de personas que no nos han hecho ningún daño, y que nos podría hacer mucho bien”, finalizó el editorial.
BLR
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