La apertura de empleos en Estados Unidos escaló a un máximo histórico en junio, superando a las contrataciones, en el más reciente indicio de que las empresas están teniendo problemas para encontrar a trabajadores calificados.
El Departamento del Trabajo informó el martes que las aperturas de empleos, una medición de la demanda por mano de obra, aumentaron en 461,000, a una cifra desestabilizada de 6.2 millones.
Fue el nivel más alto desde el inicio de la serie en diciembre de 2000 y elevó las aperturas de empleos en dos décimas porcentuales, a casi un máximo de un año de 4.0 por ciento. El incremento mensual en aperturas de puestos de trabajo fue el más grande desde julio de 2015.
Las contrataciones no registraron mayor variación, en 5.4 millones en junio. Eso dejó la tasa de contrataciones estable en 3.7 por ciento. La diferencia entre las aperturas de empleos y las contrataciones apunta a una disparidad en las habilidades.
Apenas el 3 de agosto, el propio Departamento del Trabajo informó que los empleadores en Estados Unidos contrataron en julio a más trabajadores de lo estimado y elevaron sus salarios, señales de una mejoría del mercado laboral que probablemente allanará el camino a fin de que la Reserva Federal anuncie un plan para empezar a reducir su enorme cartera de bonos.
La dependencia estadounidense reportó que las nóminas no agrícolas subieron en 209,000 puestos de trabajo el mes pasado por incrementos del empleo en varios sectores, y revisó el dato de junio a 231,000 desde los 222,000 reportados previamente.
Analistas calculaban que la economía del país había creado 183,000 puestos de trabajo en julio.
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