Con aplausos. Donald Trump empezó así su discurso de 59 minutos. “Las recientes amenazas a los centros comunitarios judíos y el vandalismo en cementerios judíos, así como el tiroteo de la semana pasada en Kansas City nos recuerdan que, mientras podemos ser una nación dividida en política, somos un país que está unido y condena toda forma de odio y mal”, señaló el presidente de Estados Unidos.
Después de hablar sobre la grandeza de su país, el presidente republicano tocó el tema migratorio.
“Hemos defendido las fronteras de otras naciones, al tiempo que dejábamos nuestras propias fronteras abiertas para que las atravesara cualquiera y para que entren drogas a raudales a un ritmo hoy sin precedente”.
Por primera vez, Trump abrió la puerta a una reforma migratoria.
“Creo que una reforma migratoria real y positiva sí es posible en tanto nos concentremos en los objetivos siguientes: mejorar empleos y salarios para los estadounidenses, fortalecer la seguridad de nuestra nación y restaurar el respeto a nuestro derecho”.
Pero insistió en que pronto empezará el proyecto del muro en la frontera con México y que los migrantes, a los que se ha referido como “bad hombres”, serán deportados.
“Necesitamos restaurar la integridad y el imperio de la ley en nuestras fronteras. Por esta razón, pronto comenzaremos la construcción de un gran, gran muro sobre nuestra frontera sur. En estos momentos estamos sacando a pandilleros, narcotraficantes y delincuentes que amenazan a nuestras comunidades y hacen presa de nuestros muy inocentes ciudadanos, están saliendo los malos en este momento y como lo he prometido”.
Trump anunció una fuerza de tarea, que dependerá del Departamento de Justicia, para desmantelar los cárteles del narcotráfico. También, la creación de una agencia para la atención de víctimas de migrantes.
“La oficina se llama Voice: Víctimas del Contacto con la Inmigración Criminal, le estamos dando voz a aquellos que han sido ignorados por los medios y silenciados por intereses especiales. Nos acompañan también Susan Oliver y Jessica Davis, sus esposos, el alguacil Danny Oliver y el detective Michael Davis fueron asesinados en el cumplimiento del deber por un inmigrante ilegal con antecedentes penales y dos deportaciones anteriores, nunca debieron entrar a nuestro país”.
Insistió en que el combate al terrorismo es una prioridad, por lo que el Pentágono ya desarrolla un plan para terminar con el Estado Islámico. En cuanto a la seguridad interna, aseguró que es necesario otro veto migratorio.
“También estamos tomando medidas para proteger a nuestra nación del terrorismo radical islámico. No es compasión, es temerario permitir la entrada sin control de lugares que, con un veto apropiado, no ocurrirá. No podemos permitir que nuestra nación se convierta en un santuario para los extremistas”.
Trump prometió que creará millones de trabajos, en función de reactivar la economía estadounidense, al evitar la pérdida de empleos y la salida de empresas. Esto se logrará, dijo, al firmar o renegociar tratados comerciales que beneficien a su país.
“Cuando las compañías mandan sus productos a Estados Unidos, no los gravamos con nada o casi nada. Creo fuertemente en el libre comercio, pero también tienen que ser un comercio justo. Se han aprovechado de nuestro país, no más”.
También ratificó su respaldo a la OTAN. Aunque de nueva cuenta pidió a los otros 27 integrantes de la Alianza Atlántica que aporten lo justo y dijo que es necesario el aumento al gasto militar de 54 mil millones de dólares, casi 10 por ciento del presupuesto de defensa anual.
“Para mantener a salvo a Estados Unidos debemos proporcionar a los hombres y mujeres de las fuerzas armadas los medios que necesitan para impedir la guerra y, de ser preciso, para pelear y tendrán solamente que ganar”.
“Un nuevo capítulo de la grandeza estadounidense empezó”.
Con información de Adrián Soulé
MLV
