ESTADOS UNIDOS

EEUU detuvo más de 180 mil migrantes en mayo, alcanzando un máximo histórico

El 62% de ellos fue deportado de inmediato bajo la excusa de la crisis sanitaria por la pandemia

Las detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron en mayo otro máximo histórico con más de 180 mil, informó este miércoles la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, en inglés).

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Los 180,034 arrestos de mayo representan un aumento de cerca del 1 % respecto a los 178,622 de abril, que a su vez fueron un 3 % superior a los 173,348 de marzo, dos meses que en su momento ya marcaron máximos históricos.

Pese a la subida general, la llegada de menores no acompañados a la frontera en mayo -14,158- volvió a caer por segundo mes consecutivo tras el máximo de 18,951 registrado en marzo. De ellos, 10,765 procedían de Guatemala, Honduras o El Salvador.

La mayoría de los arrestos de indocumentados, más de 121 mil, correspondieron a adultos que migraban solos, una fuerte subida respecto los 111.000 del mes anterior; mientras que más de 44 mil llegaron en familias.

La CBP también anunció que de los 180,034 migrantes que fueron arrestados en la frontera, 112,302 -más de un 62 %- fueron deportados de inmediato bajo el argumento de la crisis sanitaria por la pandemia.

Los nuevos números récord mes a mes evidencian que pese a los esfuerzos liderados por la vicepresidenta, Kamala Harris, la crisis migratoria persiste en la frontera sur de Estados Unidos, donde la llegada de indocumentados no ha dejado de aumentar desde que el presidente Joe Biden asumió el poder en enero.

El Gobierno de Biden recibió duras críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera, sobre todo al inicio de la crisis, se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la CBP, que están diseñados para adultos, no niños.

Joe Biden encargó a finales de marzo a Kamala Harris la tarea de frenar la migración.

La vicepresidenta, con este propósito, viajó esta semana a México y Guatemala, país en el que instó a los migrantes a “que no vengan” a Estados Unidos, unas declaraciones que recibieron críticas del ala progresista del Partido Demócrata.

Con información de EFE

DMGS