ESTADOS UNIDOS

EEUU: Cuarto debate demócrata rumbo a las presidenciales de 2020, con duros ataques a Trump

Los doce precandidatos atacaron a Trump con dureza, apoyando la investigación en el Congreso para una destitución y criticando el retiro de tropas estadounidenses en Siria

El cuarto debate presidencial entre los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata en 2020 se realizó este martes en Westerville (Ohio, EEUU) con el exvicepresidente, Joe Biden, y la senadora Elizabeth Warren como favoritos en las encuestas.

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Doce aspirantes a las primarias demócratas participaron en un cara a cara que destaca por ser el primero desde que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció a finales de septiembre la apertura de una investigación previa a un juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump.

Los contendientes a la primaria del Partido Demócrata de cara a las presidenciales estadounidenses de 2020 mostraron un frente unido contra el presidente Donald Trump, en un debate durante el cual la candidatura en alza de la senadora Elizabeth Warren concentró las críticas de sus rivales.

Los doce precandidatos atacaron a Trump con dureza, apoyando la investigación en el Congreso para una destitución y criticando el retiro de tropas estadounidenses en Siria, que el favorito en la contienda, el exvicepresidente Joe Biden calificó como “vergonzoso”.

El debate es el primero desde que estalló el escándalo sobre las supuestas presiones del gobierno de Trump a Kiev para que buscara información comprometedora sobre Biden, lo que desató un terremoto en la política estadounidense, y también colocó al exvicepresidente en una posición incómoda por los cuestionamientos al trabajo de su hijo en Ucrania.

“Este es el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos“, dijo Biden, que sigue encabezando las encuestas demócratas con un 29.4% de las preferencias, seguido a poca distancia por Warren con 23.4%.

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“El proceso de destitución debe continuar”, dijo Warren en el primer debate en el que concentró los ataques de varios de sus correligionarios por sus posturas a favor de la salud pública, en un momento en que su candidatura sube en las encuestas y podría destronar a Biden como favorito.

El debate también generó expectativas por la reaparición después de sufrir un infarto del senador progresista Bernie Sanders, en el tercer lugar de la contienda con 15,6% de las preferencias.

Al igual que los debates anteriores las posturas de los demócratas sobre la salud, desde los que defienden una cobertura universal como Sanders o Warren, a las posturas a favor de una fuerte presencia del sector privado como propone Biden, mostraron el amplio espectro político del partido.

Sanders criticó el sistema actual, calificándolo de “disfuncional” y de “cruel”.

“El tema es si el Partido Demócrata va a tener las agallas para enfrentarse a la industria de la salud”, dijo Sanders, con una voz ronca que desató los aplausos del público.

Para Warren, que compite por el acotado segmento de izquierda del Partido Demócrata, la clave es un “capitalismo responsable”, lo que marca una distancia con Sanders, que defiende un socialismo democrático.

“Yo dejé claros mis principios aquí y es que los costos van a subir para los ricos y para las grandes corporaciones y para las personas trabajadoras de clase media van a bajar”, dijo Warren.

Después de haber logrado capear los debates anteriores sin fricciones, Warren recibió las críticas de los candidatos centristas.

“La diferencia entre un plan y un sueño imposible es algo que uno pueda realizar”, dijo Amy Klobuchar senadora por Minnesota.

Pete Buttigieg, el joven alcalde de una localidad de Indiana, criticó el perfil académico de Warren y le dijo: “Su sello es tener un plan para todo, menos para eso”.

A la pregunta de cómo va convencer a los votantes de su salud Sanders dijo que su respuesta será “lanzar una campaña vigorosa por todo el país” comenzando con un mitin en Nueva York con un “invitado especial”, que según los medios estadounidenses podría ser la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.

El problema de salud de Sanders, de 78 años, tampoco favorece a Biden, de 76, que ha recibido críticas por su falta de vitalidad y que volvió a balbucear durante el debate.

Biden se defendió afirmando que antes de que comiencen las primarias -en Iowa el 3 de febrero de 2020- va a publicar su expediente médico.

Pero el escándalo sobre Ucrania abrió una veta para que contendientes demócratas discutieran si el trabajo de Hunter Biden para la firma de energía Burisma en Ucrania representó un conflicto de intereses, ya que su padre ejercía como vicepresidente.

Este martes en una entrevista con ABC News Hunter se defendió de acusaciones de cualquier ilegalidad en el caso ucraniano, pero reconoció que cometió un “error” político.

“Mi hijo no hizo nada malo”, defendió Biden.

“Lo que tenemos que hacer ahora es centrarnos en Trump porque él no quiere que yo sea candidato. Me va a atacar porque sabe que, si logro la nominación, le voy a dar como si fuera un tambor”, dijo.

Con información de EFE y AFP.

LLH