CRIMEN Y SEGURIDAD

Edomex no documenta feminicidios y no busca a mujeres desaparecidas

México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para las mujeres. De 12 homicidios que diariamente se registran en América Latina, 7 ocurren en nuestro país, según el Observatorio de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El Estado de México es un foco rojo. Según organizaciones civiles hay dos constantes: desaparecidas que las autoridades no buscan y feminicidios que no se documentan.

De 2000 a 2005 se registraron 28 mil 710 muertes violentas de mujeres en todo el país. En muchos casos, no se consideró que podría tratarse de feminicidio.

Sólo en 2016, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México registró 68 feminicidios. El Observatorio Ciudadano dice que fueron 263. En los últimos 5 años se han registrado 314 investigaciones por posibles feminicidios, hay 85 responsables condenados.

La madre de una víctima de feminicidio habla de su hija asesinada: “Decide apuñalármela con una navaja y me la apuñala en el cuello”.

-¿Qué hicieron con el cuerpo?

“Lo tiraron por Siervo de la Nación”.

Beatriz Adriana Lara Aldana tenía 21 años. Estudió una carrera técnica en belleza. Se casó en secreto, pero seguía viviendo con sus padres. En abril de 2012 su esposo la sacó de su casa con engaños y la llevó a Tecámac, a casa de un familiar. Ahí la mató. Según su declaración, lo hizo porque Beatriz se negó a abortar: tenía 4 meses de embarazo.

Beatriz Adriana Lara Aldana, víctima de feminicidio en Edomex (Noticieros Televisa)

“La dejó tan golpeada que ella no representaba la edad de 21 años, representaba más. 40 o 45 años, del cuerpo tan golpeado”, dice la madre de Beatriz.

El cuerpo fue encontrado dos días después, el responsable fue condenado a 60 años de prisión.

En el Estado de México, el hallazgo de cuerpos de mujeres que fueron torturadas o agredidas sexualmente no siempre termina en una investigación de feminicidio.

La falta de protocolos, las malas condiciones de los servicios médicos forenses y las omisiones de los Ministerios Públicos dificultan las investigaciones.

Según el testimonio de un empleado del Semefo, que pide el anonimato, la falta de material les impide hacer pruebas con las que se podría conocer la identidad del agresor.

“Se puede tener tejido dermis o epidermis debajo de las uñas, no contamos con las bolsas ni los embalajes para hacer llegar esa muestra. Cada uno tiene que llevar sus guantes, sus hojas de bisturí, sus agujas, su hilo para coser los cadáveres. Hay muchos anfiteatros que no cuentan con agua corriente. Hay un refrigerador con cuatro o cinco espacios. Calientan en lugar de enfriar y aceleran el proceso de putrefacción”.

¿Qué hacen cuando les llegan más cuerpos?

“Se apilan, se ponen en el piso”.

En el Estado de México la incidencia de muerte violenta de mujeres por razones de género es alta desde hace años. El Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género de la entidad documentó 77 feminicidios en 2015, 263 en 2016 y este año lleva 250.

Protesta contra los feminicidios en el Edomex (Noticieros Televisa)

DOS CASOS

En junio, un chofer de transporte público de Nezahualcóyotl, Estado de México, asesinó a Valeria Teresa Gutiérrez de 11 años. El cuerpo fue encontrado dentro de una combi un día después de que los padres reportaron la desaparición de la niña.

En julio, en San José El Vidrio, Villa Nicolás Romero, Verónica Guadalupe fue asesinada a pedradas. Su cuerpo quedó tirado a unos metros de su casa, junto a su bebé de 3 meses. Su marido fue detenido, señalado como responsable.

En el Estado de México los focos rojos están identificados.

Cerro en el Edomex donde no documentan feminicidios ni buscan a mujeres desaparecidas (Noticieros Televisa)

Yuritzi Hernández de la Rosa, del Observatorio Ciudadano contra la Violencia de Género, explica: “Chimalhuacán, Ixtapaluca, Valle de Chalco, Ecatepec, sin duda. Esos son los municipios que nos preocupan más porque siguen en la negación, siguen negando el problema”.

Hay más casos y menos investigaciones. Patricia Olamendi, integrante del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, expone: “Lo que vemos de característica en el Estado de México es una autoridad brutalmente negligente. Hay muertes que se registran por traumatismo craneoencefálico o por estallamiento de vísceras, pero no se plantea cuál fue el origen de esa violencia. Esto sí es una preocupación porque hay un número de feminicidios que no se están documentando”.

Despierta buscó postura de la Fiscalía del Estado de México, pero no hubo respuesta.

Desde 2015 se mantiene la alerta de género en 11 municipios: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco.
La alerta de género que la Secretaría de Gobernación emitió en 2015, en 11 municipios del Estado de México, incluye “acciones urgentes a implementar durante las primeras 48 horas de que se tenga conocimiento de la desaparición de mujeres”.

La búsqueda inmediata se considera primordial para evitar un crimen. Los protocolos a veces se quedan en papel.

Mapa de los municipios del Edomex donde se activó alerta de género (Noticieros Televisa)

Rocío Cruz, madre de menor desaparecida, narra su caso: “La mandé a la tienda por una cajita de harina y mi hija ya no regresó, mi hija. Yo salí a las calles a buscarla. Fui, levanté el acta, pero los policías me traían vuelta y vuelta y me decían váyase a su casa porque no tengo razón de la niña”.

Leticia Cruz Cruz desapareció el 5 de marzo pasado en San Cristóbal, Ecatepec, tiene 14 años. Hasta ahora, ninguna autoridad ha dado avance en la investigación.

Rocío dice que el único recorrido por la colonia para buscarla lo hizo ella. La Alerta Amber se activó casi dos meses después de la desaparición, a pesar de que el protocolo marca que debe hacerse de inmediato.

“Hay días que no duermo, nomás de estar pensando en mi hija, es mi hija y me duele”, dice Rocío Cruz, madre de menor desaparecida.

En el único documento que le ha entregado el Ministerio Público su información es errónea.

“Dice que yo sé leer, en cuanto yo no sé, y pusieron lo que no les dije”, explica Rocío Cruz, madre de menor desaparecida.

Rocío la sigue buscando. “Tengo mucho miedo, muchísimo. Tengo miedo en parar donde no quiero parar”.

Con información de Ana Lucía Hernández

MLV