En noviembre del año pasado, un helipuerto apareció en el edificio ubicado en Nuevo León 238, en la colonia Hipódromo, en la zona de la Condesa.
Durante meses, los vecinos de esa zona denunciaron que se construía la estructura en las noches y los fines de semana, como si se tratara de ocultar algo. Y todo indica que eso fue porque el uso de suelo de la colonia lo prohíbe, nunca apareció el permiso de funcionamiento por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil y tampoco el de construcción de la delegación Cuauhtémoc.
Tres meses después, en enero de este año, la delegación Cuauhtémoc y el INVEA colocaron sellos de clausura y ordenaron la demolición del helipuerto, pero aun así siguieron los trabajos.
Pasó enero, pasó febrero, pasó marzo y así hasta el 19 de septiembre. La obra ilegal nunca fue retirada.
Según los vecinos, el magistrado Rubén Minutti, integrante de la Quinta Sala del Tribunal de Justicia Administrativa concedió un amparo para evitar la demolición.
Ante esto, Despierta buscó al magistrado para conocer su postura, pero sin éxito. Con el sismo del 19 de septiembre, el edificio del helipuerto sufrió graves daños estructurales.
Protección Civil confirmó a Despierta que lo catalogó en estatus rojo tras una revisión, es decir tiene que ser demolido. No solo eso, los edificios a su costado.
El 230, que sufrió daños y el 240 de Nuevo León, donde viven cerca de 50 familias, tuvieron que ser evacuados ante el riesgo de colapso sobre ellos, donde hay tanques estacionarios con más de mil 500 litros de gas.
El lunes por la tarde, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México informó vía Twitter que el inmueble quedó asegurado por la Procuraduría local y que la Secretaría de Obras procederá a retirar el helipuerto, pero nada sobre la demolición y tampoco sobre la reparación de daños a los inmuebles vecinos.
Con información de Claudio Ochoa
KAH