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Economía de China comienza 2017 con fuerza

China publicó una serie de informes optimistas que mostraron que la economía comenzó el año con fuerza, respaldada por la fortaleza de los préstamos bancarios, los gastos gubernamentales en infraestructura y la reactivación de la inversión privada.

Los economistas no están seguros de cuánto tiempo podrá sostenerse este ritmo de crecimiento sólido, mientras el banco central adopta una posición más estricta sobre el crédito y los exportadores se preparan para un alza del proteccionismo en Estados Unidos.

La inversión en activos fijos se expandió con más fuerza de lo esperado en los dos primeros meses del año, al tiempo que el crecimiento de la inversión privada más que se duplicó respecto a 2016 y el aumento de la demanda de acero para nuevas carreteras, puentes y casas elevó la producción fabril.

“Los datos parecieron estar liderados sobre todo por el gasto en infraestructura y un rebote en el sector inmobiliario”, dijo Zhou Hao, un economista de Commerzbank con base en Singapur.

China recortó su objetivo de crecimiento hasta alrededor del 6.5 por ciento este año para dejar más espacio a las autoridades para que puedan aprobar dolorosas reformas que reduzcan riesgos financieros creados por años de estímulo alimentado en la deuda. La segunda mayor economía mundial creció un 6.7 por ciento el año pasado, su ritmo más lento en 26 años.

El crecimiento de China en el primer trimestre podría acelerarse al 7 por ciento interanual, desde el 6.8 por ciento de los tres meses previos, escribieron economistas de OCBC en una nota la semana pasada. No obstante, OCBC y muchos otros observadores esperan que el ritmo comience a ralentizarse a partir de la primavera boreal, cuando empiecen a apagarse los efectos del fuerte gasto en estímulos del año pasado.

“Esta fortaleza sigue dependiendo mucho de un rápido crecimiento de la inversión que será difícil de sostener dadas las claras señales de que la posición fiscal y monetaria tendrá menos apoyo este año”, afirmó Julian Evans-Pritchard, experto en China de Capital Economics, con sede en Singapur.

Los nuevos préstamos cayeron con fuerza en China en febrero desde niveles casi récord en el mes previo, pero seguían por encima de lo esperado. Además, los analistas destacaron el inesperadamente fuerte repunte de la inversión como un punto positivo para el panorama de China.

CRECE LA INVERSIÓN
El crecimiento de la inversión en activos fijos se aceleró al 8.9 por ciento en enero y febrero frente al mismo periodo del año anterior, sobre todo por la fuerte construcción de propiedades e infraestructura. Los economistas esperaban una cifra del 8.2 por ciento, por encima del 8.1 por ciento de todo el año pasado.

El crecimiento en la inversión privada trepó al 6.7 por ciento, más del doble del ritmo del año pasado, lo que sugiere que las firmas privadas son más optimistas sobre el panorama de los negocios. Asimismo, la producción industrial avanzó un 6.3 por ciento, algo más que lo esperado y con el mejor ritmo en casi un año.

Las acereras chinas están produciendo todo el metal que pueden, disfrutando de sus mejores beneficios en años, incluso pese a la preocupación ante la posibilidad de que un año de alzas en los precios se esté quedando sin impulso, dijeron ejecutivos.

Aunque los datos sobre actividad económica sugirieron un crecimiento en general resiliente, los analistas señalaron dos áreas potenciales de preocupación. Los datos inmobiliarios fueron dispares, con algunas señales de que el sector podría estar mostrando señales de calentamiento otra vez, a pesar de una serie de actuaciones gubernamentales desde octubre para paliar el fuerte aumento de los precios de las casas.

Las ventas de propiedades por área aumentaron 25.1 por ciento interanual en enero y febrero en relación con el año previo, bien por encima de la tasa anual del año pasado, que fue la más acelerada en siete años. También significó un alza frente a diciembre.

El crecimiento de la inversión inmobiliaria se moderó, pero solo levemente, hasta el 8.9 por ciento, frente al 11.1 por ciento de diciembre, según cálculos de Reuters. En el total de 2016 trepó un 6.9 por ciento. Un repunte en el sector podría arriesgar otra ronda de medidas de enfriamiento que podrían lastrar un crecimiento más amplio.

Las ventas minoristas también decepcionaron, con un crecimiento del 9.5 por ciento en los dos primeros meses del año, su ritmo más lento en casi dos años y enfriándose desde un 10.9 por ciento en diciembre.

 

 

tfo