En las márgenes del río Tula vive Leonor Venegas, cuenta que la fuerza de la corriente hizo que tuviera que decidir cómo poner a salvo a sus hijos y a su padre, de 95 años de edad.
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“Nosotros vivimos en una de las partes más bajas del Río Tula; la corriente creció y tapaba hasta arriba de este tinaco. El agua la verdad es que no empezó a salir de acá, sino que venía de las calles No puedo dejar a mi papá solo, te imaginarás a los 95 años. Lo que hice fue poner a salvo primero a mis hijos, salí con ellos caminé hacia allá, una amiga pasó con una camioneta, se los subió a la camioneta y yo me regresé para quedarme con mi Papá”, Leonor Venegas, habitante de Tula, Hidalgo.
En la Zona Centro de Tula comienzan a dimensionarse los daños materiales, como los ocurridos en el puesto de carnitas de Juan José; dice que el agua se llevó, cazos, mesas, sillas, vasos y platos.
“Quedamos destruidos completamente, aquí esto ya no se vuelve a vender, vendemos alimentos, esto tiene que estar impecable, tenemos que comprar de nuevo todo”, Juan José Plasencia, comerciante.
Este jueves, Iván Bizuet, quien tiene un local de fotografía frente al mercado de Tula, colaboró con familia y empleados en los trabajos de limpieza.
“Ya estamos ahora sí que rescatando lo que se puede, echándole montón para limpiar lo más pronto posible para ver si hay chance de normalizar las cosas”, Iván Bizuet, habitante Tula de Allende.
En medio de la tragedia, hay generosidad, un joven rescató a un perro que llevaba tres días atrapado.
Con información de Bertha Alfaro
DMGS
