SALUD

Dos médicos mexicanos narran cómo cambió su vida a dos años de la pandemia

Pese a la carga de trabajo, consideran que lo más gratificante es ayudar a salvar la vida de cientos de familias

  • Al inicio de la pandemia, el doctor Alfredo Ortiz Camacho vendía esquimos y chicharrones

El personal médico en todo el país está agotado física y mentalmente. Ha sido tal la demanda de sus servicios que simplemente no han parado. Así están enfrentando esta situación dos médicos a los que hemos seguido en éstos ya casi dos años de pandemia: los doctores Alfredo Ortiz y Luis Patiño.

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Al inicio de la pandemia, el doctor Alfredo Ortiz Camacho vendía esquimos y chicharrones afuera de su consultorio para sacar adelante a su familia. En las convocatorias que hizo el IMSS para apoyar al personal con factores de riesgo, logró un puesto en el Centro Médico La Raza. Hoy debe trabajar doble turno.

“Se ha ausentado mucho personal médico debido a que se están infectando nuestros compañeros, entonces, ahorita estoy cubriendo dos sedes, Hospital de Especialidades la Raza, área COVID, y aquí en la Unidad de Medicina Familiar 11”, señaló el médico Alfredo Ortiz.

Aunque son 12 horas de labor, el doctor se siente satisfecho de poder salvar vidas, labor que, dice, ha cambiado en las distintas olas de contagios.

“Al principio no teníamos vacunas y pacientes graves fallecían, el gran porcentaje de los que venían graves y ahorita gracias a las vacunas que se implementaron, los casos que han fallecido son mínimos. Son pacientes que no se lograron vacunar porque no pudieron o no quisieron”, dijo el médico Ortiz. 

“Me siento un poco más seguro de lo que hago, he agarrado más experiencia con todos los casos que he visto. Fisicamente me siento bien, pero sí es un poquito agotado estar lidiando con bastantes pacientes. Estar revisando 50, 60 pacientes diario en los cuales podemos encontrar más del 50% con síntomas de covid”, refirió el médico Luis Patiño.

Para el doctor Luis Patiño, que atiende un consultorio de barrio junto a una farmacia en avenida Observatorio, la llegada de la variante ómicron, dice, le recuerda el punto más álgido de la pandemia en enero del año pasado.

“Lo que yo fue sorprendente para mí ver otra vez la cantidad de pacientes yo tenía en consultorio. Fue así como volver otra vez al inicio, recordar todo lo que pasamos decirle a mi familia, otra vez vamos a tener el doble de cuidado, que más quisiera duplicarme, partirme en dos, salvar a todos al mismo tiempo”, insistió el médico Luis Patiño.

Dos médicos mexicanos narran cómo cambió su vida a dos años de la pandemia. FOTO Noticieros Televisa

Pese a la carga de trabajo, considera que lo más gratificante es ayudar a salvar la vida de familias que residen en su colonia. Tal es el caso de César, que asegura que el médico le salvó la vida a su madre y a él lo atendió tras enfermar de COVID.

“Como a finales de noviembre vine porque me sentía un poco mal, entonces cuando vi aquí al consultorio con el doctor él me dijo que tenia la nueva variante de coronavirus. Igual también fue atendida por el doctor le dio su tratamiento y gracias a que pues nos movimos para conseguir todo fue que pudo salvarse de esa situación”, agregó el estudiante César.

Para Luis, lo más difícil durante estos dos años de pandemia es tener que cambiar sus formas de mostrar su afecto a su familia.

“Mi hija, al principio de los protocolos, el que yo llegara y no darle un beso a mi hija o abrazarla, no hija no te puedo abrazar espérame tantito, si le pegó al inicio, pero después explicándole como que entendió ella y ya no fue tanto el pensar que yo no la quería abrazar”, agregó Patiño.

Mientras que el doctor Ortiz dice que lo que más lamenta es tener poco tiempo libre y no poder ofrecer sus botanas.

“Ahorita ya no hay chicharrones debido a que, por el tiempo, se me hace imposible estar también ahí, ¿extraña los chicharrones?  Sí, claro, también se extraña el negocio también convivir con la gente”, insistió el médico Alfredo Ortiz:

“Pues nada más escuchando lo que estaban diciendo, doctor le quiero dar las gracias y felicidades por toda la labor que hacen y ayudarnos, pero también depende de hacer nuestra parte muchas gracias”, agregó el médico Ortiz.

“Es que no tengo palabras, perdón es muy difícil este tipo de vivencias yo solamente le agradezco”, concluyó Jazmín Rendón, ama de casa. 

Con información de Gloria Murata, Luis Díaz y Santos Briz

KAH