POLíTICA

Disturbios por referéndum catalán dejan al menos 38 heridos

La policía antimotines española ingresó a la fuerza en el centro de votaciones donde el líder regional de Cataluña iba a votar en el referéndum de independencia el domingo.

Varios enfrentamientos estallaron afuera del centro entre la policía y personas que querían votar.

Agentes de la Guardia Civil con cascos y escudos usaron un martillo para romper el vidrio de la puerta delantera e ingresar en el centro deportivo de Sant Julia de Ramis, cerca de la ciudad de Girona.

Los choques estallaron menos de una hora después de abrir las urnas y no mucho antes de la esperada llegada del presidente regional catalán Carles Puigdemont.

Los empleados de las casillas que estaban dentro del edificio reaccionaron pacíficamente y comenzaron a cantar y decir lemas en desafío a la presidencia de los policías.

El servicio de emergencias en Cataluña atendió a 38 personas heridas en varias intervenciones policiales en los colegios electorales dispuestos para celebrar el referéndum de independencia en esa región española, informó en su cuenta de Twitter @semgencat.

“De estas 35 han sido leves y 3 menos graves. Nueve de estas personas han requerido el traslado a un centro sanitario. Mayoritariamente se han atendido contusiones, mareos y crisis de ansiedad”, señaló en dos publicaciones.

El gobierno español y sus fuerzas de seguridad tratan de impedir la realización del referéndum, que tiene el respaldo de las autoridades regionales catalanes, pero ha sido declarado ilegal por las autoridades españolas.

Funcionarios españoles habían dicho que no se usaría la fuerza, pero que la votación no sería permitida.

La Corte Constitucional del país suspendió la votación y el gobierno central dice que es ilegal.

Los líderes separatistas en Cataluña han dicho que se realizará de todas formas y prometen declarar la independencia si gana el “sí” y han llamado a los 5.3 millones de votantes a acudir a las urnas.

Reporteros de la The Associated Press vieron cajas de boletas en bolsas plásticas siendo llevadas a uno de los colegios electorales en Barcelona ocupados por padres, niños y activistas para asegurarse de que las casillas abrían a las 9 am (0700 GMT) como se planeaba.

Las cajas de boletas, con el sello del gobierno catalán, fueron colocadas sobre mesas, en medio de vítores de votantes esperanzados que se habían congregado allí desde antes del amanecer.

Unas 2,300 localidades han sido designadas centros de votación, pero no estaba claro cuántas abrirían. El Ministerio del Interior no proveyó una cifra el sábado por la noche cuando dijo que “la mayoría” habían sido sellados y que solamente “algunos” seguían ocupados.

En un esfuerzo para superar los obstáculos, las autoridades regionales catalanas anunciaron que los votantes podrán depositar sus boletas en cualquier localidad y usando boletas impresas en casa, en lugar de en los centros de votación designados, como se dijo previamente.

El vocero del gobierno regional Jordi Turull dijo que un grupo de académicos y profesionales servirán como observadores de la votación.

“Estamos en condiciones de poder celebrar con garantías el referéndum de autodeterminación (…) el objetivo es que todos los catalanes y catalanas puedan votar”, dijo.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España dijo el sábado que el plan del gobierno catalán es antidemocrático y que va “en contra de las metas e ideales que la Unión Europea” trata de fomentar.

“Lo que están impulsando no es democracia. Es una burla a la democracia, una parodia de la democracia”, dijo el ministro Alfonso Dastis a The Associated Press.

El Ministerio del Interior de España dijo que la policía ya había clausurado la mayoría de las 2.315 escuelas que servirían como centros de votación y que inhabilitó un software que se iba a utilizar en el referendo.

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Con información de agencias.

LHE/RAMG