Las celebraciones del Día de Muertos iniciaron ya en diferentes regiones del país y en Yucatán arrancó con la Vaquería de las Ánimas, una fiesta que combina la tradición maya con la española.
“Se hacía en el siglo antepasado con motivo de la guerra y el conteo de las cabezas y las colas del ganado”, expuso Raúl Lanz, subdirector operativo del Ayuntamiento de Mérida.
Entre incienso, velas, rezos y música, las ánimas recorrieron el camino para llegar al altar en el zócalo de Mérida, donde las rezadoras pedían que los 13 cielos mayas se abrieran para la convivencia entre vivos y muertos.
“Por ejemplo nosotros representamos un ánima que viene a visitar”, comentó Pilar Herrera.
“Hoy vengo a celebrar con todos los vivos alrededor del altar con mucha alegría, a comer la esencia, a llevarme las tradiciones”, dijo Miguel Segura, en testimonio.
También en Yucatán los sacerdotes invocaron al dios supremo Hunab Kú, para que los muertos regresen al mundo de los vivos.
“En los rezos se pide que los suelten, que los liberen para que ellos puedan venir a disfrutar de esta convivencia que les hacemos”, comentó María Chan, rezadora maya.
Cempasúchil de Hidalgo
Con 53 mil toneladas cultivadas, Hidalgo se convirtió en el primer productor de cempasúchil, que se utiliza para adornar el camino de las ánimas.
El suelo de la región de tula y el valle del mezquital facilita el cultivo de esta flor, así como de nube, pata de león y otras variedades que están listas para cortarse y venderse.
“SÍ puede venir, comprarla aquí directamente, sin intermediarios ni nada”, apuntó Arturo Vargas, productor de flor.
Otras expresiones del Día de Muertos han quedado plasmadas en 20 murales en el panteón central de Chilpancingo.
“No solamente es de venir y rayar una pared que acaban de pintar, sino también proyectar un arte”, dijo Gato, del colectivo Manos negras de Tlapa.
Con información de En Punto.
LLH
