En México, muchas familias festejaron el Día del Padre de manera virtual, a la distancia y con videollamadas debido a llegada de la pandemia por coronavirus.
Generalmente en México, los fines de semana, son habituales las reuniones familiares desde que llegó la pandemia, las videollamadas han sido la opción, porque el festejo no se cancela, mucho menos se olvida y si es el Día del Padre, imposible.
Es la moda en los nuevos tiempos. Así sucedió el 10 de mayo y el Día del Padre también.
“Hola a todos somos la familia Velázquez Segura, este día del padre diferente con el tema de coronavirus que no podemos festejar a nuestro Papa, ni al Abuelo como quisiéramos, así que lo que queríamos es tener contacto con él y hacer una videoconferencia con mis hermanos, con mis sobrinos, con mis cuñados y bienvenidos para podernos conectar”, dijo Rubén Velázquez, padre de familia.
Don Rubén Velázquez, papá y abuelo, estuvo muy contento de poder ver a sus hijos y nietos, aunque sea por la computadora o el teléfono.
Él estaba con la familia de su hija Gabriela. En otra casa, su hija Verónica con su familia.
Y en otra casa, estaba la familia de Rubén, es la más numerosa, y es que Ana Isabel y Pedro llegaron juntos hace 11 meses.
A Rubén, hijo lo festejaron en casa, Rosy, su esposa se lució y le mando a hacer un pastel.
“Les voy a presumir el pastel que me mandaron a hacer los chavos, mira es una herradura, es un caballo pinto, con espuelas, la soga, el sombrero, ya le quería meter la bota, ustedes como están”, dijo Rubén Velázquez, hijo.
Cada año los Velázquez Segura, como todas las familias, se reúnen para el festejo.
“Anteriormente el festejo del día del padre nos reuníamos en la casa de mi papá, con mis hermanas, mis cuñados, mis sobrinos, familia o íbamos a un restaurante a desayunar o comer y a partir del COVID y las precauciones que debemos de tener pues no hay más que festejar a la distancia, en este caso con mis hijos, mi esposa, sencillo, fuimos a comprar carnitas que es lo que más me gusta”, dijo Rubén Velázquez, padre de familia.
Don Rubén pudo ver desde el nieto más chico hasta el más grande. Lo saludaron y a la distancia le mandaron besos.
Don Rubén estuvo muy contento, igual que toda la familia. Les dijo que los regalos los guardarán, con los de la Abuela, porque apenas termine la pandemia se reúnen para abrirlos.
Con información de Guadalupe Madrigal.
LLH
