Este viernes 3 de mayo, en las obras no se descargaron bultos con cemento, se bajaron cajas con comida.
Río Tíber en la colonia Cuauhtémoc, los arquitectos José Montes y Lizbeth Rodríguez y su cuadrilla de trabajadores echaron la loza por la ventana y prepararon un guiso especial, digno de celebración.
“Vamos a hacer este año paella; entonces vamos a empezar tenemos cebolla a sofreír con aceite, vamos a poner a freír el pollo, las costillas y después de que esta todo frito vamos a poner el arroz y añadir el consomé, mejillones y almejas y tenemos jaibas, les voy a pedir que organicemos grupos”, comentó José Montes, arquitecto.
En grupos de seis comenzaron a cocinar.
Cada año, ellos preparan su comida: Carlos, Rafael, Juan Javier y Martín dirigidos por el arquitecto, agitaban la paellera.
A falta de guantes de silicona unos de carnaza fueron ideales.
El fogón se hizo con tabiques y varillas de la misma construcción. Así lo hacen siempre, durante la semana ellos cocinan.
“Los lunes caldito de pollo porque muchos vienen crudos y las tarde huevos con jamón, longaniza”, señaló Reynaldo Galindo, maestro de obra.
La paella siguió tomando forma.
El arquitecto además de buen calculista tenía conocimientos culinarios.
Mientras la comida se preparaba, se alistó la Cruz que antes llevaron a bendecir.
A las tres de la tarde la paella estuvo en su punto. Y empezó la comilona.
“Debe de estar muy buena porque aquí se prepara”, dijo el maestro Reynaldo Galindo.
El día es especial por eso cantaron.
La reunión terminó tarde. En la Ciudad de México, la mayoría de los albañiles duerme en la obra, son originarios de los municipios cercanos, se ahorran unos pesos. En promedio los albañiles ganan entre mil 200 y mil 800 semanales.
Son, en su mayoría, de entre 18 y 40 años de edad.
“Martin no se va, es soltero no se va, él se queda a conquistar las chamacas los domingos”, indicó Reynaldo Galindo.
El día de la Santa Cruz es de las fiestas más arraigadas en el país.
Con información de Guadalupe Madrigal.
LLH
