ARTE Y CULTURA

Develan escultura de ‘El Caballito’ de Tolsá en la CDMX, tras restauración

Luego de casi cuatro años de restauración, fue develado El Caballito de Tolsá, la escultura ecuestre de Carlos IV, la más estudiada de los últimos tiempos, la pieza a la que se le practicaron estudios especializados y se le hizo una investigación histórica sin precedentes.

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Es así que el día de hoy es posible apreciar nuevamente en todo su esplendor este monumento, emblema y orgullo de nuestra ciudad por más de 200 años”, dijo la secretaria de Cultura, María Cristina Zepeda.

La obra que luego de haber sido dañada por el ácido nítrico que se le aplicó, fue objeto de restauración gracias a la unión de fuerza de especialistas de las mejores universidades del país, autoridades de cultura federales y de la Ciudad de México. Se invirtieron 7.5 millones de pesos.

Ha quedado como en 1803, quizás con mayor pronóstico de durabilidad por todo lo que se ha implementado y todas las técnicas y avances que tiene la ciencia y la restauración”, dijo el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

El Caballito fue como un paciente al que se le diagnóstico y se le practicó una cirugía mayor a manos de los mejores restauradores, académicos, ingenieros metalúrgicos, químicos y otros.

Se ve ahora en un tono verde olivo parduzco; es el color que se encontró cuando se limpió de los ácidos que recibió en 2013 cuando estuvo en manos de inexpertos; ese color se conservó.

Es justo lo que replicamos, es el tono con ese agregado de envejecimiento que da el paso del tiempo a las piezas, no pretendíamos regresarlo al estado primigenio, porque hubiera sido un falseamiento total”, detallo Liliana Giorguli, restauradora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Con base en ese dato irrefutable, El Caballito tiene un recubrimiento de pintura verde-marrón de técnica de óleo, no de una pátina metálica, como se creía que era originalmente.

Pusimos un material que fuera muy resistente a este medio que fuera muy resistente como un automóvil que está sometido a la luz, a la lluvia y a la abrasión del polvo durante mucho tiempo”, explicó Jannen Contreras, restauradora del INAH.

El basamento y pedestal también fueron restaurados.

Se mantuvo la capsula del tiempo, que se dejó ahí para dar fe de su traslado y se agregaron más objetos.

El Caballito fue entregado para su custodia al gobierno de la Ciudad de México y lo recibió con un manual de mantenimiento para que ahora si se le dé un tratamiento especial en el futuro.

Desde esta misma mañana El Caballito de Tolsá es la pieza más fotografiada y desde esta noche la plaza Tolsá estrenará iluminación.

 

Con información de Guadalupe Madrigal.

MLV/LLH