Once personas fueron detenidas anoche en Nantes, en el oeste de Francia, en la segunda jornada de disturbios desencadenados tras la muerte de un joven delincuente por disparos de un agente en un control policial.
Decenas de coches y varios edificios fueron incendiados durante las protestas que se centraron en el barrio de Breil, donde el martes se registró el incidente en el que murió Aboubacar Fofana, de 22 años de edad, y también se extendieron a los barrios de Bellevue, Dervallières y Malakoff.
Fuentes de la investigación citadas por el canal “France 3” en su página internet señalaron que cuatro de los arrestados son menores de edad.
Los agentes antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos contra grupos de jóvenes que en algunos puntos habían formado barricadas, y protegieron a los bomberos durante la extinción de los incendios.
La violencia en Nantes, una de las zonas más prósperas de Francia, comenzó el martes cuando Aboubacar Fofana, buscado por la justicia, fue detenido en un control policía mientras circulaba en un coche.
Según las fuerzas del orden, que tenían vigilado su vehículo por las sospechas de que realizaba operaciones de tráfico de estupefacientes, el joven dio una falsa identidad y para verificarla decidieron llevarlo a comisaría.
Fofana trató de huir dando marcha atrás al vehículo y atropelló a un agente. Uno de sus compañeros disparó contra el joven, quien murió más tarde en el hospital.
Francia advierte que cientos de yihadistas presos terminarán condenas en 2019
En los próximos meses, antes de que termine el año 2019, cientos de presos yihadistas y radicalizados habrán cumplido su condena, saldrán en libertad y se pasearán por las calles de Francia.
Como es lógico, crece la inquietud ante la excarcelación de estos reclusos y la posible reincidencia de los perfiles más peligrosos en Francia, país donde desde enero de 2015 los atentados islamistas han dejado 245 muertos y más de 900 heridos.
De los 70 mil individuos encarcelados en Francia, más de 500 están cumpliendo una condena por terrorismo y otros 1200 han sido identificados por radicalismo islámico.
En la lista de los futuros islamistas liberados figura Djamal Beghal, uno de los autores intelectuales del atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo que costó 12 vidas.
El fiscal de la lucha antiterrorista de París, François Molins, consciente de que las prisiones son el foco principal del contagio islamista, advirtió que se trata de un riesgo mayor para la seguridad el país.
“Corremos un riesgo mayor, el de ver salir de la cárcel cuando cumplan sus penas a personas que no están para nada arrepentidas y que incluso podrían estar aún más endurecidas tras su paso por prisión”, dijo François Molins, fiscal de París.
En el mismo tono se expresa el director del Observatorio de los Países Árabes, Antoine Basbous.
“Es un serio problema, tanto más cuanto que en las cárceles esos individuos no solo conservan sus convicciones, sino que además reclutan a otros reos”, aseguró Antoine Basbous, director del Observatorio de los Países Árabes.
La ministra gala de Justicia, Nicole Belloubet, trata de calmar los ánimos. Asegura que el Gobierno está movilizado para vigilar de cerca a los extremistas próximamente excarcelados.
“Los servicios de inteligencia penitenciaria siguen a esas personas, preparan su salida. Los expedientes sobre ellas serán transmitidos a otros servicios de inteligencia, esencialmente a la Seguridad Interior”, destaca Nicole Belloubet, ministra de Justicia de Francia.
Pero no hay que olvidar que la vigilancia permanente de un sospechoso de radicalismo islámico implica al menos 15 policías.
“Poner las 24 horas del día a 15 policías detrás de cada uno de esos radicalizados costaría demasiado caro a la sociedad. De ahí que hay que buscar otras soluciones”, describe Antoine Basbous, director del Observatorio de los Países Árabes.
La policía gala tiene fichados como sospechosos de actividades relacionadas con el yihadismo a más de 20 mil personas.
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Con información de EFE
LHE
