Después de nueve días de búsqueda, Giselle, de 11 años de edad, apareció sin vida en un terreno baldío del poblado de Coatepec en Ixtapaluca, Estado de México. Hoy fue sepultada.
“Es un dolor muy muy feo de verdad. Hay un Dios y él los va a castigar, yo tengo fe en que si las autoridades hacen lo que deben de hacer nada más y Dios los va a castigar”, señaló Rigoberto Garrido, papá de Giselle.
Familiares y amigos vestidos de blanco exigieron justicia, sobre su féretro, fueron depositados su uniforme de fútbol del equipo Argentina con el número 33, zapatos de futbol, globos y dos balones.
“Como la niña desapareció en día sábado decían que hasta el día lunes, hasta el lunes querían arrojar la Alerta Amber para empezar a buscarla porque el domingo los señores descansan y como no eran sus hijos los que estaban desaparecidos por eso les valió puritita madre”, dijo Alma, tía de Giselle.
Giselle desapareció la mañana del 19 de enero, cuando iba a un café internet de Chimalhuacán, Estado de México.
Cursaba el sexto año de primaria y su mayor sueño, era ser futbolista profesional.
“Prácticamente estaba a unas calles de su casa, no hubo ni respuesta de la gente, no supimos si la levantaron, nunca supimos si la subieron, nada, nadie vio nada”.
“Antes era mi mejor amiga, desde que supe que había desaparecido, estuve busqué y busqué y nunca la encontré: Me sentí muy triste. Era muy buena, muy inteligente, solo me dijo que de grande quería jugar fútbol, le encantaba mucho el fútbol”, compartió Ailin, una amiga.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó que el cuerpo fue encontrado el pasado jueves y el domingo por la noche, entregado a la familia.
La carpeta de investigación continúa abierta.
Con información de Elizabeth Mávil.
LLH
