SALUD

Desechos peligrosos, la otra emergencia por la pandemia de covid-19

Especialistas calculan que, a nivel nacional, la generación de desechos biológico-infecciosos ha aumentado un 300% durante la pandemia de covid-19

  • Especialistas de la UNAM señalan que del total de desechos peligrosos biológico-infecciosos generados en México, el 16% son tirados en calles, barrancas o ríos

La pandemia de covid-19 ha traído otra emergencia, la generación masiva de desechos peligrosos y contagiosos.

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Tan sólo en las unidades de salud a cargo del gobierno de la Ciudad de México, en diciembre de 2021, se generaron, en promedio al día, 580 kilogramos de desechos peligrosos biológico-infecciosos, incluidos los de covid-19.

En el pico de la pandemia, ocurrido a principios de 2021, autoridades informaron que se llegaron a generar hasta 2,500 kilogramos de estos residuos diariamente, es decir, 4 veces más.

Especialistas calculan que, a nivel nacional, la generación de desechos biológico-infecciosos ha aumentado un 300% durante la pandemia de covid-19.

“El 30% de los centros sanitarios escala mundial y el 60% de los países menos adelantados no están equipados para lidiar con estas enormes cargas de desechos, residuos sanitarios”, indicó Tedros Adhanom, director de la OMS.

Quienes se dedican a tratar este tipo de desechos, señalan que, en el centro del país, el aumento es mucho mayor.

“Tenemos clientes que usualmente recolectábamos de manera mensual y ahora en esta época les estamos haciendo recolecciones de manera semanal, podría ser un 400% o tal vez un poco más”, refirió Jesús Méndez, director General Ecotecnología y Sistemas Empresariales RPBI.

Hay un desecho que apareció y se multiplicó con la pandemia: las pruebas desechables de covid-19.

En los laboratorios y módulos certificados, se desechan con los restos biológico-infecciosos, en bolsas rojas para ser tratadas.

En pequeñas farmacias o en casa, estas pruebas solo se tiran a la basura, contaminando el resto de los desechos.

“Son pruebas que resultan a veces positivas y no se desechan de manera adecuada, nos ha rebasado esta situación, el problema es a nivel mundial, sí es un elemento que puede transmitir la enfermedad”, destacó Martha Orozco, especialista de la Universidad de Guadalajara.

Estas pruebas al igual que los trajes de protección para covid-19, medicamentos, hisopos, algodones y jeringas deben ser manejados por empresas especializadas, triturados o incinerados, según las Normas Oficiales en materia sanitaria.

“Pasamos a recolectar sus residuos o desechos, estos se transportan en un transporte autorizado por Semarnat y se envían a una planta autorizada de tratamiento, la planta tiene dos formas de tratarlos ya sea por esterilización por autoclaves o por incineración, este residuo tiene que ser triturado para quedar irreconocible y enviado a una disposición a un lugar autorizado, éste es un horno donde se está generando el calor de un lado, se llaman quemadores industriales de alta eficiencia, ahí hay una temperatura mínima de 850 grados, garantiza la destrucción total de cualquier tipo de agente patológico”, explicó Jesús Méndez, director General Ecotecnología y Sistemas Empresariales.

Especialistas de la UNAM señalan que del total de desechos peligrosos biológico-infecciosos generados en México, el 16% son tirados en calles, barrancas o ríos.

El mayor porcentaje en tiraderos o basureros a cielo abierto y sólo el 3.7% son confinados conforme a la Norma Oficial Mexicana 083.

Además de hospitales, otros lugares donde se ha visto multiplicado la generación de residuos peligrosos biológico-infecciosos es en las farmacias y consultorios médicos particulares.

Fernando es dueño de una farmacia y consultorio médico en  el municipio de Nezahualcóyotl, y ha sido testigo de esto.

“Nosotros, como consultorio, tenemos botes rojos para punzocortantes y desechos rojos, los cuales tenemos que ir a depositar en un contenedor de Vergelito, o tenemos Cofepris, tienen contenedores enormes donde se desechan ese tipo de cosas, cuando ya está lleno tenemos ciertos días en que lo vamos a depositar, íbamos 2 veces a la semana, ahora vamos casi diario”, indicó Fernando Martínez, dueño de farmacia y consultorio médico.

Pero muchos tiran estos desechos en plena calle o en bolsas comunes, arriesgando a recolectores y pepenadores.

“Pues la gente en vez de que lo echen a un centro de basura nada más pasan y lo tiran ahí, mucha basura de jeringas, mucho cubrebocas, eso tendría que ser a un lugar donde lo quemarían, donde no salga acá todo lo malo, sí me he cortado, no hay recurso para decir voy a ir a que me curen o algo”, dijo José Juan Soto, recolector de desechos.

Otro desecho que se ha multiplicado son los frascos de vidrio de millones de vacunas contra covid-19. Las aplicadas en México, son destruidas por la Secretaría de Marina.

“Las enfermeras usan estos recipientes que son color rojo para depositar las agujas que ya utilizaron, destruyen la jeringa y la aguja la depositan ahí, el frasco del biológico, ahí primero hay un procedimiento de desetiquetar, los frascos se llevan a una trituradora de cristal y se va a la basura municipal”, refirió el capitán Miguel Ángel Rosales, coordinador del Plan Marina en CDMX.

La Organización Mundial de la Salud alertó por esta generación de desechos de covid-19 a nivel mundial y apuntó que tan sólo los miles de millones de vacunas contra covid aplicadas en el mundo, han generado 144 mil toneladas de desechos.

Con información de Elizabeth Mávil

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