ARTE Y CULTURA

Descubren nueva cámara y túnel en Pirámide de la Luna de Teotihuacan

Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, confirmaron la existencia de una cámara de 15 metros de diámetro bajo la Pirámide de la Luna en la zona arqueológica de Teotihuacan, así como un túnel que desemboca hacia el sur de la Plaza de la Luna.

En un comunicado del INAH se informó que la cámara está localizada a ocho metros de profundidad y se cree que podría tratarse de un espacio con fines rituales, de acuerdo con la doctora Verónica Ortega, directora del Proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna.

Por otra parte, el túnel se encuentra en dirección hacia el sur de la Plaza de la Luna, pero es probable que haya otra entrada hacia el lado oriente, por lo que se debe contar con una radiografía completa para encontrar los accesos, de acuerdo con Ortega.

En las exploraciones efectuadas a finales de los años ochenta del siglo pasado, a través de túneles excavados en el cuerpo de la pirámide, los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama encontraron esqueletos de individuos con deformación craneal, como en el área maya, y diversos objetos de piedra verde (collares, figuras antropomorfas hechas con mosaicos), por lo que no es difícil pensar que algo similar se podría encontrar en el subsuelo”, precisó.

El hallazgo de la cámara fue realizado con un estudio de resistividad eléctrica, efectuado alrededor de la Pirámide de la Luna en 2017 por expertos el INAH y un equipo de especialistas del Instituto de Geofísica de la UNAM. Los resultados se dieron a conocer hasta ahora.

En los primeros días de octubre, el mismo equipo realizó nuevas prospecciones para localizar la entrada al conducto que se ubica a una profundidad de ocho metros.

El túnel se encuentra hacia el sur de la Plaza de la Luna, pero es probable que haya otra entrada hacia el lado oriente, por lo que es fundamental contar con una radiografía completa para saber cuáles son sus accesos”, dijo la subdirectora técnica de la zona arqueológica de Teotihuacan.

Apuntó que la investigación llevada a cabo por el equipo de trabajo gira en torno al espacio ritual vinculado con el inframundo que le dio sacralidad a la antigua urbe, pues se cree que los complejos ofrendatorios de Teotihuacan constituyen el núcleo sagrado de la civilización.

De ahí que lo que se pueda hallar en su interior podrá ayudar a desentrañar las relaciones que tuvo esta antigua metrópoli con otras regiones de Mesoamérica”, destacó.

asa.