ESTADOS UNIDOS

Derecho a la vida es irrenunciable, dice Pence en marcha antiaborto

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo este viernes que el movimiento antiabortista “está ganando de nuevo” en el país con la victoria electoral de Donald Trump y el Congreso controlado por los republicanos.

Pence se convirtió hoy en el primer vicepresidente estadounidense en el cargo que lidera la llamada “Marcha por la Vida” que cada año recorre Washington con un mensaje de rechazo frontal al aborto.

“La vida está ganando de nuevo en Estados Unidos, es evidente con unas elecciones que han dado mayorías pro-vida (antiabortistas) y con la elección histórica de este presidente que defiende el derecho a la vida”, afirmó hoy el vicepresidente durante su discurso en la marcha.

“Él (Trump) me dijo que estuviera aquí con ustedes, que les agradezca el apoyo y la compasión que tienen por las mujeres y niños de Estados Unidos”, agregó.

Pence blandió ante los miles de manifestantes la medida antiabortista que tomó su gobierno en su primer lunes de trabajo: una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos del gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero.

La siguiente victoria para el movimiento llegará “la próxima semana”, cuando Trump nomine a un juez contrario al aborto para sustituir al fallecido magistrado conservador Antonin Scalia.

“La vida (el movimiento antiabortista) está ganando en Estados Unidos y hoy es una celebración del progreso que hemos hecho. Este es un momento histórico en la causa de la vida”, sentenció Pence.

El vicepresidente urgió a los manifestantes a “continuar presionando” para “seguir ganando los corazones y las mentes de las siguientes generaciones”.

“No descansaremos hasta que restauremos la cultura de la vida en Estados Unidos”, prometió.

Su esposa, Karen, fue la encargada de presentarle y, junto a su hija Charlotte, dijo que su familia ha ido a “muchas” marchas antiabortistas y que no conoce a nadie que tenga “más compasión por las mujeres y los niños” que su marido.

Antes de la aparición del vicepresidente y su familia, Kellyanne Conway se presentó como “esposa, madre, católica, consejera del presidente y pro-vida” y anunció que “es un momento increíblemente prometedor” para el movimiento antiabortista.

“Los escuchamos, los vemos, los respetamos y estamos deseando trabajar con ustedes”, dijo Conway, ante un movimiento que se siente reivindicado por el nuevo gobierno conservador tras ocho años de mandato del demócrata Barack Obama.

Trump, poco antes de la marcha, expresó su “apoyo total” a la marcha antiabortista en un mensaje de Twitter en el que recordaba que Pence sería el ponente principal de la convocatoria.

Había informaciones -no oficiales- de que Trump intervendría mediante una llamada en la marcha, pero finalmente no lo hizo y fue Pence quien dijo unas palabras en su nombre.

Otros presidentes republicanos, como Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009), participaron con un mensaje no presencial en esta marcha, que celebra este año su edición 44.

SE CONGREGAN MILES DE ACTIVISTAS ANTIABORTO

Activistas contra el aborto se congregaron este viernes en Washington para la Marcha por la Vida, animados por la promesa del presidente Donald Trump de restringir el procedimiento y la intención del vicepresidente, Mike Pence, de dirigirse a los manifestantes.

Decenas de miles de personas acudieron a la Explanada Nacional para la marcha, que se realiza cada año cerca del aniversario del dictamen del Tribunal Supremo en el caso Roe v. Wade, que legalizó el aborto en 1973.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, un veterano héroe del movimiento antiabortista, fue en esta ocasión el cargo gubernamental más alto que jamás se había dirigido en persona a la concentración, dijeron los organizadores.

Como gobernador de Indiana, Pence firmó leyes de aborto consideradas por muchos como las más estrictas del país.

Los participantes en la manifestación marcharon los cerca de 2 kilómetros que separan la Explanada Nacional de la sede del Tribunal Supremo.

La Marcha por la Vida se realiza seis días después de que Washington se vio inundado por cientos de miles de opositores a Trump, muchos de ellos defensores del derecho a la interrupción voluntario del embarazo. Esta protesta se celebró un día después de que Trump juró el cargo.

Trump ha dicho que la sentencia Roe V. Wade debería anularse y se comprometió a nombrar un juez antiabortista para cubrir el puesto vacante en el Tribunal Supremo tras la muerte del magistrado Antonin Scalia el año pasado. También aseguró que retirará la financiación de la organización Planned Parenthood (“Planificación Familiar”), que molesta a muchos republicanos porque facilita la práctica de abortos, entre otros servicios.

En un discurso ante legisladores republicanos en un retiro en Philadelphia el jueves, Trump destacó que el lunes reinstauró una política nacional que prohíbe la ayuda estadounidense a organizaciones no gubernamentales en el extranjero que faciliten o “promuevan” el aborto.

 

AAE