Según el gobierno de Hidalgo, hay 53 carpetas de investigación abiertas por personas no localizadas tras la explosión, que impacientes esperan conocer los resultados de los exámenes de ADN.
La incertidumbre no permite iniciar el duelo. En la familia Ramírez Hernández hace falta José Armando Ramírez, de 24 años de edad, que recientemente terminó la carrera de agrónomo.
El día de la explosión, él y un amigo venían de buscar trabajo. Su padre los acompañaba.
“Cuando veníamos de allá para acá me dicen los dos, que les diera yo la oportunidad de que viniéramos por un bidón, por dos, para que se lo echaran a su unidad y así ya no les diera yo, no me dieran tantas molestias. Ya ni se despidieron ni nada”, expuso Armando Ramírez, padre de víctima.
Al ver tanta gente, don Armando se preocupó y fue a buscarlos. Había recorrido 50 metros en su camioneta cuando vino la explosión.
Desde entonces no sabe nada de su hijo ni de su amigo.
Es el mismo caso de Christian Daniel Quintero y Ever Jesús Preciado, alumnos de la secundaria pública Nezahualcóyotl de Tlahuelilpan.
En las aulas del plantel, los alumnos se desahogan.
En muchas de sus familias murió el padre o el sustento familiar.
“Los maestros por iniciativa propia. Dedican el espacio de su clase para tratar el punto, haciéndolos reflexionar, pensar a los niños sobre la importancia de los valores, fomentar, cultivar valores para no caer en situaciones problemáticas”, comentó Germán Hernández, director de la secundaria Nezahualcóyotl.
La dirección del plantel anunció que se organizarán con escuelas de la comunidad para armar despensas y regalarlas a las familias afectadas.
“Hay casos muy tristes donde los niños quedaron totalmente abandonados y hay compañeros que inclusive se ofrecen para atender a esos niños, recogerlos, para adoptarlos”, Germán Hernández, director Secundaria Nezahualcóyotl.
Para don Gilberto Ramírez, quien por unas horas no supo nada de su sobrino y su cuñado, en el sitio de la tragedia debe construirse un memorial para las víctimas y también para aquellas personas que no han sido localizadas desde el día de la explosión.
“Para nosotros tendría un mayor. Para que, de alguna, de otra manera, los cuerpos que sean recibidos o los que no, por lo menos tengan los familiares a dónde ir a de dejarles una flor, platicar con ellos”, indicó Gilberto Ramírez, familiar de víctima.
Con información de Bertha Alfaro y Susana López Peña.
LLH
