El sismo del 19 de septiembre provocó en el edificio daños estructurales por lo que los locales comerciales de las calles Génova y Estrasburgo tuvieron que ser desalojados.
Vecinos que temen por su seguridad pidieron a las autoridades que aceleren su demolición.
A nosotros nos preocupa para donde se va a caer si no lo hace gente experta”, comentó Silvia Uribe, vecina de la calle Génova.
La señora Silvia denunció que por las noches han saqueado comercios, por eso no ha querido dejar su hogar.
Nosotros prácticamente ya no salimos EN la noche, porque se mete juan de las pitas aquí”, acusó.
La delegación Cuauhtémoc aseguró que la demolición no es un proceso sencillo, ni le corresponde.
Leonardo Valle, director de Desarrollo Económico y Fomento Cooperativo de la delegación Cuauhtémoc, dijo que esa demarcación “uno, no puede dictaminar, solo se pueden levantar evaluación de riesgo post-sísmicas. Dos, no puede dar las autorizaciones para derrumbes o para colapsar los edificios controlados… porque eso tiene que ser por parte de del Instituto de la Seguridad para las Construcciones y tres, no tiene recursos, no los puede utilizar ya sea para apoyar, ya sea al comercio, a la gente directamente”.
La demolición del edificio podría tardar meses, lo que agravaría la situación de los comercios en la zona.
Jorge Pascual, líder de comerciantes de la Zona Rosa, comentó que en esa manzana hay “alrededor de 100 negocios… 900 familias directas, más todos los indirectos que derivan de ahí”.
En las calles de Londres y Hamburgo, también de la Zona Rosa, hay más edificios dañados de
los que no se sabe su futuro.
En el caso de Génova 33, los dueños plantearon que ellos podían demolerlo, “ahora, supongo como está el Fonden, es lo que han de estar esperando también”, agregó Jorge.
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Con información de Amador Narcia Crespo.
RMT
