SALUD

‘Dejen de lloriquear’, dice Bolsonaro a brasileños tras récord de muertes por COVID-19

La aguda segunda ola en Brasil ha provocado nuevas restricciones en la capital, Brasilia, y en Sao Paulo, la ciudad más grande del país. La meca turística de Río de Janeiro anunció el jueves un toque de queda en toda la ciudad y un cierre más temprano de los restaurantes.

Después de dos días consecutivos de muertes récord por el COVID-19 en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro dijo el jueves a sus compatriotas que dejen de “lloriquear” y sigan adelante, la más reciente declaración en que minimiza la gravedad de la pandemia y critica las medidas de distanciamiento social.

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Brasil ha sufrido la mayor cantidad de muertos del mundo por la pandemia detrás de Estados Unidos, donde el brote está menguando. En cambio, el país sudamericano está enfrentando a la peor fase de la epidemia hasta el momento, con un sistema hospitalario al borde de ser sobrepasado.

“Basta de quejas y lloriqueos. ¿Cuánto tiempo más durará el llanto?”, dijo Bolsonaro a una multitud en un evento. “¿Cuánto tiempo más te quedarás en casa y cerrarás todo? Nadie puede soportarlo más. Lamentamos las muertes, otra vez, pero necesitamos una solución”, añadió.

La aguda segunda ola en Brasil ha provocado nuevas restricciones en la capital, Brasilia, y en Sao Paulo, la ciudad más grande del país. La meca turística de Río de Janeiro anunció el jueves un toque de queda en toda la ciudad y un cierre más temprano de los restaurantes.

Particularmente preocupante para las autoridades de salud es la aparición de una nueva variante del coronavirus de la región amazónica, que parece más contagiosa y más capaz de reinfectar a quienes antes tuvieron COVID-19.

“Estamos experimentando las peores perspectivas para la pandemia desde que comenzó”, dijo Gonzalo Vecina Neto, médico y exjefe del regulador de salud brasileño Anvisa.

“Las mutaciones son el resultado de una mayor reproducción del virus. Cuanto mayor es el número de virus, más rápida es la transmisión y más mutaciones tenemos”, dijo.

Los gobernadores estatales y los médicos se han quejado de que el gobierno federal ha manejado mal la crisis del coronavirus, ya que Bolsonaro ha minimizado su gravedad y se ha opuesto a las restricciones. La demora del gobierno en adquirir y distribuir vacunas significa que menos del 3.5% de la población ha recibido al menos una inyección.

Con información de Reuters

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