La producción fabril en Reino Unido anotó a fines de 2016 y comienzos de 2017 su mayor crecimiento en casi siete años y las exportaciones también subieron rápidamente, mostraron datos divulgados el viernes, lo que sugieren un impulso del Brexit para el sector debido a la debilidad de la libra esterlina.
La producción manufacturera bajó un 0.9 por ciento en enero, más que la caída de 0.6 por ciento proyectada por economistas consultados en un sondeo de Reuters.
Sin embargo, entre noviembre y enero, la producción fabril subió un 2.1 por ciento, su lectura más alta desde los tres meses hasta mayo de 2010, afirmó la Oficina Nacional de Estadísticas.
La producción industrial general cayó un 0.4 por ciento en enero, en línea con la mediana de las estimaciones de un sondeo de Reuters. En términos interanuales, la producción manufacturera subió un 2.7 por ciento, mientras que la producción industrial avanzó un 3.2 por ciento.
El sector manufacturero británico tuvo dificultades para crecer en los últimos años, pero recientemente ha mostrado señales de repunte, posiblemente gracias a la depreciación de la libra después de que los británicos decidieron en un referendo en junio abandonar la Unión Europea y por una recuperación en mercados europeos clave.
Sin embargo, las manufacturas responden sólo por cerca de un 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) británico y ha habido algunas señales recientes de que los consumidores, cuyos gastos ayudaron a la economía a resistir el impacto del Brexit, se están volviendo más cautos.
Otras cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas mostraron que el déficit comercial de Reino Unido frente al resto del mundo se redujo levemente en enero, a 10,833 millones de libras, que se compara al saldo negativo de 11,050 millones de libras arrojado en un sondeo de Reuters.
El volumen de exportaciones británicas en los tres meses hasta enero creció un 8.7 por ciento, el mayor incremento en más de 10 años, mientras que las importaciones aumentaron un 1.6 por ciento.
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