POLíTICA

Debates y preferencia electoral; análisis en Estrictamente Personal

Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, y Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo, analizaron este miércoles en “Estrictamente Personal” con Raymundo Riva Palacio, el impacto de los debates presidenciales en la preferencia electoral.

Para Jorge Buendía, el debate por sí mismo no afecta tanto las opiniones de quienes lo ven, pues son seguidos por la gente que tiene preferencias políticas más definidas, más intensas, y esa es la población que tiende a cambiar mucho menos sus preferencias.

Aclaró, sin embargo, que lo que sí importa es el postdebate, donde los pequeños errores se difunden al resto de la población que está más desinteresada y que no sigue los debates.

El director de Buendía & Laredo puntualizó que hay “dos Méxicos”, el México conectado y el que no lo está, y éste lo conforma la población menos informada que estará viendo los debates en cadena nacional, y por otro lado está la población conectada, que sigue todo a través de redes.

Según Roy Campos, el debate no son las dos horas o 90 minutos que va a durar, sino que inicia días antes, donde se va organizando el ambiente para forzar equivocaciones al interior y es la guerra psicológica que van preparando.

“En el evento es ‘cumples o no expectativas’, porque pierde el que no cumple expectativas, y dos, te resbalas en algo o no, y si te resbalas, cómo exploto ese resbalón…”, dijo Campos.

Añadió que el postdebate, a pesar de estar preparado y de que todos saldrán a decir que ganaron, es cómo explota el candidato la información nueva que puso en el debate y cómo explota las equivocaciones del otro.

Para Buendía, en México la clase política no sabe debatir, pero para Roy Campos, la clase política sí sabe, pero no quiere hacerlo.

Buendía insistió y dijo que en México se puede llegar a puestos de elección importantes sin tener una trayectoria importante en el debate público y eso explica la calidad de gobernantes que tenemos.

De acuerdo a Roy Campos, los tres debates van a ser tres nuevos inicios de campaña, es decir tres tiempos, pero Buendía advirtió que habrá una rigidez debido a los formatos de spots de radio y televisión.

Recordó que en el año 2000, a la media hora del debate ya había spots de Fox diciendo que había ganado el debate, y ahora los candidatos se van a tardar más en explotar eso a través de los spots, lo que va a constreñir el impacto mediático.

El director de Consulta Mitofsky dijo que más que un debate será una entrevista múltiple, donde habrá poco contacto entre los candidatos y los moderadores pedirán respuestas.

Según Jorge Buendía, importará mucho la dureza de las preguntas que se les hagan a los candidatos y que puedan “descolocarlos” y se permita medir la capacidad de reacción.

Campos y Buendía coincidieron en la importancia de que los periodistas que moderen el debate estén preparados para éste.

Buendía insistió en que en el debate no se quieren ver las ideas de los candidatos, que las han repetido mucho, sino ver esas otras facetas que en escenarios acartonados no se observan.

Por su parte, Roy Campos señaló la importancia de ver cómo es la reacción ante el estrés, es decir cómo reaccionas y manejas la crisis.

Ante la pregunta de si habrá “un cuadrilátero” en el debate, Campos y Buendía disintieron, pues el director de Consulta Mitofsky señaló que para que haya un cuadrilátero se necesita “que realmente se peleen”, y él no ve a López Obrador tomando ningún pleito.

Según Buendía, Ricardo Anaya va a criticar a López Obrador y Margarita Zavala y José Antonio Meade irán sobre el candidato del Frente y éste tendrá que responder.

 

Con información de Estrictamente Personal

AAE