En medio del intenso calor, las calles del municipio de Temascalcingo, en el Estado de México, se vistieron de fiesta.
Las danzas de cuerpos hechos de fibras y máscaras formadas del corazón del maguey, se ven en cada esquina del municipio.
Es día de “xita corpus” o jueves de Corpus Christi, en las 32 comunidades que participan en esta festividad comienzan los preparativos un día antes para salir temprano el jueves y llegar al centro del municipio para pedir buena lluvia y cosecha abundante para este ciclo agrícola.
De la mayor parte de capillas de aquí de Temascalcingo salgan estamos hablando desde 10, 12 kilómetros caminando en grupo acompañando en procesión al santo patrón y vienen cuadrillas de 250 hasta 600 personajes ataviados con máscaras y prendas hasta llegar a la parroquia principal en San Miguel Temascalcingo donde le vienen a dar gracias al Señor de la Coronación”, dijo Filemón Arrieta, encargado de Turismo del municipio.
Esta fiesta es una mezcla del catolicismo, la cultura taurina de algunas haciendas del siglo XVIII y de tradiciones prehispánicas mazahuas y otomís de la región.
Danzas y máscaras engalanan Temascalcingo durante Corpus Christi. (Universidad Intercultural del Estado de México)
Para los lugareños, estos contingentes son un augurio de buena fortuna.
Xita Corpus o jueves de Corpus es una de las festividades más importantes en este municipio de Temascalcingo y sincretiza lo religioso con lo pagano.
De alguna manera, si llegan a algún negocio, la persona les da una ofrenda. eso tiene qué ver con la economía la abundancia del lugar, también”, explicó Arrieta.
Desde hace más de dos décadas, las autoridades locales realizan un concurso para preservar esta tradición.
Los contingentes pasan por la calle principal y bailan danzas acompañadas de música indígena de violín y tambora.
Ya se estaba yendo, ya no se estaba festejando jueves de Corpus sino que se estaba haciendo como un carnaval. Nace Cruz Blanca, se hace un grupo, se formaliza y los viejitos como participantes se hicieron bien porque ahí están los mejores artesanos, cada quien hace su traje”, agregó Francisco Juan Martínez, artesano de Temascalcingo.
“Se está integrando desde el niño más chiquito que tiene tres años, nomás escucha el tambor y el violín y se integran al grupo niños y niñas, que antes eran puro hombre, ahora son mujeres”, comentó el artesano Florencio Contreras.
Las autoridades están en proceso de solicitar que esta tradición sea considerada por la Unesco como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Con información de Gerardo Carmona
KAH