Sin descuidar asuntos prioritarios como el comercio o la integración, la XIII Cumbre Presidencial de la Alianza del Pacífico, que se celebra el 23 y 24 de julio en México, pretende reforzar la visión estratégica rumbo a 2030.
La cumbre estará marcada por la presentación de “un documento de visión estratégica hacia 2030, con unas metas que se deberán calendarizar y definir con discusiones sectoriales”, en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU de la Agenda 2030, explicó el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería de México, Luis Alfonso de Alba. Este plan a largo plazo busca suponer un antes y un después para esta alianza creada en 2011 entre México, Chile, Colombia y Perú, y que hoy representa la octava economía del mundo con una población de 223 millones de personas.
Ese será uno de los cuatro documentos centrales que se debatirán en esta cumbre del próximo lunes y martes en el balneario de Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano, con la presencia de los cuatro presidentes: el anfitrión Enrique Peña Nieto, Juan Manuel Santos (Colombia), Sebastián Piñera (Chile) y Martín Vizcarra (Perú). Además de una declaración conjunta que debiera “reafirmar el compromiso de los cuatros países para seguir avanzando y las directrices acordadas”, se firmarán en paralelo dos documentos que buscan fortalecer la alianza con el Mercosur, bloque conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, dijo De Alba.
“Tenemos una hoja de ruta (con Mercosur), y lo complementaremos con un plan de acción donde estamos haciendo un ejercicio similar al interno, porque tiene un visión de largo plazo y cubre temas más amplios”, agregó el diplomático.
Para simbolizar esta unión entre bloques, los mandatarios de Brasil, Michel Temer; de Argentina, Mauricio Macri, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, participarán también en la cumbre. Para el subsecretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), esta reunión de alto nivel marcará también los “pasos a seguir” para las cuatro naciones en un momento “de transición”, pues México y Colombia, con Iván Duque, cambiarán de presidente en breve.
En el caso de México, su próximo presidente, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, declinó el viernes acudir a la cumbre por no ser todavía presidente electo luego de haber sido invitado por el actual jefe de Estado mexicano, Enrique Peña Nieto, tras su victoria electoral el pasado 1 de julio.
En la cumbre, que concentra en dos días una intensa actividad, no se descuidarán temas preponderantes como las finanzas y el comercio, un área en la que el funcionario celebró la práctica eliminación de aranceles.
También se buscará una mayor integración en el movimiento de personas. “Ya pudimos eliminar las visas entre cuatro países, pero todavía hay mucho trabajo para hacer que los flujos sean más fluidos”, agregó.
Como ha sido habitual en las últimas ediciones, en esta cumbre se dará un peso importante a la iniciativa privada con el V Encuentro Empresarial, que se clausurará el 23 de julio con la presencia de los cuatro mandatarios de los países de la Alianza del Pacífico.
“Estamos buscando una mayor participación de empresas pequeñas y medianas que se puedan beneficiar de este ejercicio”, indicó el subsecretario.A estos planes, se le suman reforzar las oportunidades educativas entre naciones y el trabajo conjunto en administración pública. Por ejemplo, compartiendo embajadas en ciertos países. Esta cumbre también tiene una particularidad. México asumirá la Presidencia pro tempore tomando el testigo de Colombia. Pero lo hará solo por dos días, y luego cederá el turno a Perú para que a partir de ahora la celebración de una cumbre coincida con el cierre del periodo de un año de Presidencia.
Esta reunión de alto nivel contará también con representantes de los 55 estados observadores, con quienes buscarán “tener más contenidos y relación” con encuentros en las áreas de trabajo, comercial, financiera, de movilidad de personas, educación y turismo.
Con información de EFE
HVI
