Tania, amiga de Marisol, fue víctima de este delito cuando paseaba a “Nato” en un parque de la colonia Condesa.
Tenía un perro Bulldog Francés y entonces en lo que estaba así jugando con los demás, peloteando le secuestraron a su perro. Al cuarto día le llamaron por teléfono que tenían secuestrado a su perrito. Me contó que en el Metro Puebla le habían dejado a su perrito pero que para esto no fue un adulto sino un niño el que le llevó al perrito”, indicó Marisol, una paseadora de perros.
La negociación inició con 15 mil pesos y terminó ocho días después.
Ella pagó como unos ocho mil pesos porque la amenazaban que si no entregaba el dinero a tal día a tal hora le iban a entregar a ‘Nato’ pues sin una pata o lo iba a matar. Era un hombre y le hablaba por teléfono. Le hablaba en la mañana y en la noche, qué pasó en qué quedamos como vas y cómo vas con el dinero”, compartió Marisol, paseadora de perros.
Reportero: ¿Cuantos días se tardó ella en juntar el dinero?
Ocho días”, dijo.
Pero no todas las personas han podido recuperar a sus mascotas a pesar de haber pagado a sus captores.
El perro de Jenny se encuentra secuestrado. La familia ya pagó un rescate, pero aún no se lo han regresado.
El 14 de julio del 2017, delincuentes ingresaron a su casa en la colonia Jardín Balbuena, en Venustiano Carranza, y lo único que se llevaron fue a “Chimuelo”, un Bulldog Francés, de un año y medio de edad.
No nos encontrábamos en la casa y al regresar, entraron a robar, pero en si se llevaron al perro, lo hemos estado buscado. Nos llamaron unas personas dándonos los datos del perro, también datos del robo y depositamos dinero y no nos dieron al perro. Nos describieron al perro, nos dijeron entre que calles lo habían encontrado más o menos la hora y que había sido por un robo”, compartió Jenny Ortiz, víctima de secuestro de perro.
Reportero: ¿Cuánto les pidieron de rescate?
Tres mil pesos. Nos dieron un número de cuenta y nos dijeron que nos iban a devolver al ‘Chimuelo’, después nos dijeron que lo tenían en Monterrey”, agregó.
Jenny no pierde la esperanza.
Confío mucho en Dios y espero que sí. Tengo la esperanza que las personas que lo robaron pudieron venderlo o alguien pudo haberlo encontrado y pues sí tenemos la esperanza. Pidiera que sin alguien lo tienen se comunicara”.
Con información de Elizabeth Mavil.
LLH
