SALUD

Cuarta ola de COVID-19 en Francia provoca aumento de contagios en 125%

La tasa de incidencia a nivel nacional en los últimos siete días es de 74 positivos por cada 100 mil habitantes

La incidencia del virus en Francia aumentó un 125% en la última semana, según alertó este lunes el portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, que advirtió de que la dinámica de la cuarta ola de COVID-19 es “muy fuerte”.

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La tasa de incidencia a nivel nacional en los últimos siete días es de 74 positivos por cada 100 mil habitantes, frente a los 37 de la semana anterior, pero en algunos departamentos supera ya los 250 o 300.

“No hemos conocido una progresión tan fuerte desde el inicio de la epidemia en Francia”, dijo Attal tras la reunión del Consejo de Ministros, celebrada de manera extraordinaria este lunes para aprobar el proyecto de ley que hace obligatoria la vacunación contra COVID-19 de trabajadores de la salud.

Exigencia del pasaporte sanitario

Además, el texto prevé la exigencia del pasaporte sanitario para poder acceder a lugares de vida social como hostelería, centros comerciales, cultura, etc., de acuerdo con los anuncios del presidente, Emmanuel Macron, de la semana pasada.

Attal precisó que la normativa para que el certificado se exija a partir de agosto en restaurantes, bares, cafeterías, centros comerciales, entre otros lugares, se aplicará a principios de agosto y una vez que sea votada en la Asamblea Nacional “durante esta semana”.

En cambio su obligatoriedad en centros culturales se activa a partir de este miércoles, 21 de julio, por decreto.

La propuesta del Gobierno será retocada después de que el Consejo de Estado señalara hoy que prohibir la entrada en grandes superficies comerciales es “desproporcionado” porque podría afectar a la adquisición de bienes de primera necesidad.

Pero según Attal, el Gobierno tiene la intención de mantener el pasaporte sanitario en algunos centros comerciales.

Multa y sanciones

El portavoz precisó que los controles y sanciones en un primer momento serán menos estrictos, y que las fuerzas del orden tendrán un papel de acompañamiento en las nuevas medidas.

Incumplir estos controles conllevaría multas de entre mil 500 euros para los establecimientos que no pidan el certificado sanitario, subiendo hasta los 9 mil en caso de reincidencia.

El Gobierno no estudia aplazar la obligatoriedad de vacunación de los sanitarios, fijada el 15 de septiembre, y recordó que esta exigencia ya se impone en el caso de la difteria, el tétanos o la hepatitis B, entre otros.

Attal se mostró firme en su encuentro con la prensa donde mostró la preocupación del Ejecutivo por los datos epidémicos, cuando la variante delta supone ya el 80% de los nuevos contagios.

Con información de EFE

HVI