ECONOMíA

Criptomonedas, el nuevo oro y la nueva estafa

Los partidarios de las criptomonedas las ven como el nuevo oro; otros, como una forma de timar a quienes buscan dinero fácil.

Se trata de dinero digital. No existe físicamente en moneda o papel, sólo en internet.

Seles conoce como criptomonedas y la más famosa se llama Bitcoin, que ya alcanza un valor de 80 mil pesos o cuatro mil dólares.

Su valor se basa en la especulación, en la oferta y demanda de usuarios; funciona como un mercado de valores, sólo que digital, abierto las 24 horas.

Para Francisco Santillan, director de Viva, empresa de citpomonedas, “estamos apenas en pañales en toda esa transformación del dinero como lo conocíamos. ¿Vienen a desplazar a los bancos? No, para nada. Esta nueva apertura de las criptomonedas en el mundo financiero puede ir de la mano con la banca tradicional”.

El valor que ha alcanzado un Bitcoin, ha llevado a mucha gente a comprar dinero digital, pero también a ser estafada.

Amer García ya fue víctima de un fraude de este tipo. Asegura que es muy tentador “que te digan ‘oye, invierte mil dólares y vas a salir con dos mil’; es muy tentador. En ningún banco, que yo sepa, a nivel mundial te da un rendimiento tan pronto y tanto en tan poco tiempo”.

Amet es uno de los afectados que vio cómo su dinero desapareció. De oficio comerciante establecido en Tijuana, a principio de 2017, Amet adquirió Bitcoin tras una charla con promotores de una página que ofrecía doblas las ganancias en 90 días, si invertían en esa criptomoneda.

Cuenta que el gusto le duró un mes. La plataforma digital donde colocó sus pesos empezó a retrasar los pagos hasta que ya nadie respondió sobre su dinero.

De acuerdo con Amet, “el problema es que no le puedes reclamar a nadie porque es algo meramente virtual, entonces no te dan un recibo, no tienes un contrato de tu inversión. Básicamente te tapas los ojos y le dices ‘aquí está mi Bitcoin y puedes hacer con mi dinero lo que quieras’”.

Bogar Ascencio también fue víctima de fraude. Asegura que “cuando la página dejó de pagar, la respuesta fue ‘vénganse a otra página. Esta página no confiamos en ella, vamos a recuperar el dinero en esa otra página’. Y esa plataforma donde se supone que iban a recuperar el dinero la gente que lo había partido, a las tres semanas, igual, dejó de pagar, y la gente perdió más dinero”.

En 2014, la Procuraduría Federal del Consumidor alertó, cuando se instaló en Tijuana el primer cajero automático para realizar transacciones con Bitcoin, que, al tratarse de una moneda virtual no regulada por las autoridades financieras, no existe forma de que los usuarios puedan reclamar en caso de ser víctimas de fraude.

Francisco Santillán, portavoz de la empresa que instaló en Tijuana el primer cajero automático de Bitcoin, defiende el uso del dinero digital. Defiende que se inventó para mover el dinero sin intermediarios.

Señala que “es muy difícil” decir si se debe o no regular el dinero digital. “Si solamente no concentramos en las cosas negativas que esto puede traer, entonces podemos perdernos de muchas oportunidades. Cuando se hizo y todavía no está legislador, no es de que estemos quebrando la ley de alguna forma, simplemente estamos tratando de introducir al país esta nueva tecnología, que la gente aprenda a conocer de ella”, insiste.

Hablar de Bitcoin es como decir peso, dólar o euro. Ya existen varias monedas digitales con distintos nombres.

Amet y Bogar, víctimas de fraude, defienden la criptomoneda. Aseguran que el fraude no está en el Bitcoin, sino muchas personas se han aprovechado de esta forma de invertir dinero para estafar.

Amet García subraya: “contra el Bitcoin no tengo nada. Me parece una buena inversión; hay páginas confiables. Sí les digo que antes de invertir en un Bitcoin, o, más que nada, antes de invertirlo en una página, en una plataforma, primero se informen, primero investiguen qué es lo que está pasando en esa plataforma”.

La moneda digital llamada Bitcoin comenzó a funcionar en 2009; tenía un valor de dos centavos de dólar. En 2017, un Bitcoin ha llegado a valer cuatro mil 500 dólares.

A pesar de ser dinero, sus seguidores reconocen que no se pueden realizar compras en cualquier lado con ese tipo de monedas digitales.

 

(Con información de Luis Pavón)

tfo