SALUD

COVID-19 puede provocar cambios en la estructura cerebral, revela estudio

La investigación mostró que 401 de los participantes entre 51 y 81 años de edad, que habían dado positivo a COVID-19, presentaron luego de 4 o 5 meses de la infección leve o incluso asintomática, una mayor pérdida de materia gris y daños en los tejidos nerviosos, sobre todo en las zonas relacionadas con el olfato. Esto, a diferencia de quienes no se habían contagiado

  • Aunque los hallazgos para los investigadores son claros, no son suficientes para causar alarma

 

Contagiarse de COVID-19 puede provocar cambios en la estructura cerebral, así lo revelaron investigadores de la Universidad de Oxford tras analizar los cerebros de 785 voluntarios registrados en la base de datos por resonancia magnética más grande del mundo: el Biobanco de Reino Unido.

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Sus hallazgos, mostraron que 401 de los participantes entre 51 y 81 años de edad, que habían dado positivo a COVID-19, presentaron luego de 4 o 5 meses de la infección leve o incluso asintomática, una mayor pérdida de materia gris y daños en los tejidos nerviosos, sobre todo en las zonas relacionadas con el olfato. Esto, a diferencia de quienes no se habían contagiado.

“Lo que realmente vemos es que el cerebro se ha encogido. Pero también un mayor deterioro cognitivo. Entonces, lo que vemos es realmente que hay una disminución en la capacidad mental para poder realizar tareas complejas”, indicó Gwenaëlle Douaud, investigadora de la Universidad de Oxford y líder del proyecto.

La neurocientífica, líder del proyecto, explicó en un comunicado que es normal que las personas pierdan entre un 0.2% y un 0.3% de materia gris cada año en las áreas del cerebro relacionadas con la memoria a medida que envejecen, pero en la evaluación del estudio, los pacientes que habían sido infectados por el COVID-19 perdieron entre un 0.2% y un 2% adicional de tejido en comparación con los que no habían sido infectados, lo que representaría alrededor de 10 años de envejecimiento.

Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista científica Nature.

Y aunque los hallazgos para los investigadores son claros, no son suficientes para causar alarma.

“Nos sorprendió bastante ver algunas diferencias claras en cómo había cambiado el cerebro en los participantes que se infectaron con COVID-19. Pero lo que es importante también es tener en cuenta que el cerebro es plástico y puede curarse solo, ya sea porque los síntomas, ya sabes, disminuyen ligeramente y mejoran o porque las reacciones inmunitarias o la neuroinflmación también están desapareciendo o tal vez el virus, se está aclarando”, refirió Gwenaëlle Douaud, investigadora de la Universidad de Oxford y autora principal del estudio.

Con información de Farah Reachi

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