Con golpes, rasguños y dolor muscular, Alejandro intenta regresar a la normalidad, después de que casi un metro y medio de aguas negras inundó su casa, en Naucalpan, Estado de México.
“El agua abrió la puerta, empujó a mi mujer para un lado y a mí, al otro, ahí nos pegamos, a mí me pegó la puerta, no sé con qué me pegue atrás porque en el momento no imaginas, no sabes la magnitud de las cosas, nunca había vivido una cosa así, tengo 50 años de vivir aquí, nunca había pasado esto”, relató Alejandro Pacheco, afectado por el desbordamiento de aguas negras.
Alejandro perdió su auto, muebles, cocina, electrodomésticos y ropa. Veinticuatro horas después de la tromba, aún continúa limpiando su casa.
En las calles de Naucalpan laboran más de mil trabajadores de limpia. El gobierno municipal asegura que los desbordamientos de aguas negras fueron ocasionados por un inadecuado desfogue de la Ciudad de México.
“Fue una negligencia por parte de la Ciudad de México, como saben el río Hondo transporta agua de Huixquilucan, de la Miguel Hidalgo y de otras demarcaciones y no se respetó el nivel de tiraje que se debió haber hecho”, explicó Edgar Armando Olvera, alcalde de Naucalpan.
En la Ciudad de México muchos de los estacionamientos subterráneos sufrieron estragos y los afectados tuvieron que suspender sus actividades este jueves.
“Está inundado completamente el estacionamiento, ya llevamos aquí toda la mañana y parte de la noche y no podemos ingresar, nos sacaron en lanchas ayer y ahorita todavía estamos aquí”, dijo Marco Antonio Patiño, afectado.
“Los carros que estaban adentro se voltearon y se salió toda la gasolina, el aceite, se inundaron los medidores, corrimos el riesgo de que esto se incendiara”, dijo Alma Zavaleta, afectada.
Personal de la delegación Miguel Hidalgo colocó dos bombas para sacar el agua, pero las labores no han sido suficientes. Estiman que el desazolve concluya las primeras horas de este viernes.
Con información de Mario Torres
LHE
