Las ceremonias y ritos mayas por el Día de Muertos iniciaron en Yucatán.
Una de las tradiciones con mayor arraigo entre las comunidades indígenas, es la construcción de pequeños altares en plazas públicas, como la de Mérida.
Palma de guano y varillas de maderas como el juché, jabín y elemuy, fueron traídos de diversas localidades para construir 110 altares provenientes de 69 municipios y 41 dependencias de los Gobiernos estatal y federal.
En el interior de estos altares, hay comida como el tradicional mucbilpollo, que año con año se prepara a manera de tributo para las ánimas, al igual que veladoras para iluminar el camino de los difuntos, fotos de personas queridas ya fallecidas y figuras religiosas.
Es una tradición maya que luego tomó el tono mestizo ya con la combinación con el español y el sincretismo con la religión católica”, explicó Roger Metri, secretario de Cultura en Yucatán.
En el altar es indispensable una mesa con un mantel blanco que significa la pureza de los difuntos, se colocan cuatro jícaras o tazas pequeñas que representan los cuatro puntos cardinales y en el centro la cruz que simboliza una mezcla entre la cultura maya y la española.
Los altares están conformados de tres niveles.
Representa el inframundo, la tierra y el cielo, en este caso la cruz verde que está arriba significa el punto central del altar”, señaló Ramiro May, sacerdote maya
Hay una mezcla de olores como la de flores de amor seco y xpujuc, pan dulce y chocolate, a un lado hay personas que preparan tortillas a mano y las mujeres están vestidas de mestizas con su huipil, y los caballeros con su traje de mestizo color blanco.
Nos acordamos de nuestros difuntos, de nuestros seres queridos que tenemos y mezclamos lo que viene siendo lo prehispánico, lo más padre, lo autóctono con lo español”, detalló Pedro Díaz, habitante de la zona.
Esta muestra de altares es una oportunidad de recordar a los fieles difuntos y de transmitir esas tradiciones a las nuevas generaciones de yucatecos.
Con información de Alejandro Sánchez
MAP
