CRIMEN Y SEGURIDAD

Consejos para evitar extorsiones telefónicas en México

La llamada de extorsión que escuchará a continuación es real. “¿Quieres ayudar a tu hija y que yo la baje en este momento de la camioneta y te la entregue sana y salva como hasta el momento la he tenido?, ¿Con cuánto cuentas a la mano en este momento de dinero para que yo pueda darle órdenes a mis muchachos y que la bajen sana y salva?” En la Ciudad de México el fenómeno de la extorsión se ha mantenido constante durante los últimos 3 años: mil 249 denuncias por tentativa al año en promedio, es decir, 3.43 diarias durante 2014, 2015 y 2016, la mayoría desde el interior de centros penitenciarios.

“Escúchame, ¿cuánto dices que tienes en recurso?”
-8 mil
“¿Cuánto tienes?”
-8 mil
“¡¿Cuánto tienes?!”
-8 mil
“8 mil. ¿Cómo ve comandante?, ¿Le echamos la mano? A ver ahorita, deja cuelgo y recibo una llamada”.

“Para que una persona privada de la libertad tenga un celular desde el que pueda extorsionar, es que hay un funcionario público que está coludido con eso”, señala Corina Giacomello, investigadora del INACIPE.

Se trata de ataques psicológicos que toman a la víctima por sorpresa, haciéndole creer que algún miembro de su familia ha sido secuestrado, pero en la gran mayoría de los casos las llamadas provienen de extorsionadores profesionales.

Empresas de seguridad privada envían audioguías a sus clientes para que eviten ser víctimas de los delincuentes: “Medidas preventivas. Procure no divulgar sus datos personales, aún más a personas ajenas a su círculo, esta es la llave para que lo extorsionen. No responda encuestas por teléfono ni en la calle, proteja lo más posible sus datos personales”.

Desde el ámbito académico se recomienda hacer conciencia de que todos estamos expuestos a esta modalidad de delito. “Saber que podemos ser víctimas de extorsión, no pensar ‘a mí esto no me va a pasar porque no tengo hijos, porque no tengo dinero’. Todos podemos ser víctimas, realmente muchas veces hablan al azar, es decir, no necesariamente tienen claro a quién le están marcando”, señala Corina Giacomello, investigadora del INACIPE.

El Gobierno de la República recomienda como medidas preventivas mantener constante comunicación con la familia, informarse sobre este delito y platicarlo con los seres queridos, evitar ostentar bienes o recursos, moderar la información personal que se comparte y en caso de ser víctima o testigo de extorsión telefónica, denunciar al 088. Altamente recomendable es evitar contestar números desconocidos o de otras entidades, o simplemente colgar si detecta que lo quieren sorprender.

Si ya se está en conversación con el extorsionador, se debe conservar la calma y tratar de localizar a la persona supuestamente secuestrada. No insultar al delincuente, tomar nota de la hora y del teléfono desde donde se está haciendo la llamada y, sobre todo, evitar seguir instrucciones de salir a la calle, pues ello supone el riesgo de un secuestro real o de que otro miembro de la familia caiga en la trampa de la extorsión.

“Vamos a hacer lo primero, aquí es paso por paso compadre. Quiero que te dirijas directamente, ¿a dónde vamos a ir?, ¿Al banco a retirar lo del cajero o qué?”
-Sí señor
“Vámonos ¿a qué banco vamos a ir? Quiero que nos vayamos en la línea, no quiero que se corte esto porque si se corta la llamada en este momento se corta la vida de tu muchacha, ¿estamos?”

La audioguía señala: “Si a usted pretenden extorsionarlo y le piden salir de su domicilio u oficina deténgase, lo van a extorsionar si usted lo permite”.

Aun cuando el extorsionador no haya logrado su objetivo, es fundamental la denuncia ante la Procuraduría capitalina vía internet o en el 088 de la Policía Federal. También es posible reportar el hecho ante el Consejo Ciudadano al 5533 5533, para que el número desde el cual se hizo la llamada sea incluido en una base de datos de teléfonos utilizados por los extorsionadores.

Con información de Carlos Ibarra

MLV