CRIMEN Y SEGURIDAD

Confunden a ministro somalí con terrorista y lo matan por error

Un guardaespaldas de la auditoría general de Somalia mató “por error al ministro de Obras Públicas y Reconstrucción, Abbas Abdullahi Sheikh Siraji, al creer que era un terrorista”, informaron fuentes oficiales.

El incidente se registró la víspera cerca del palacio presidencial en Mogadiscio, cuando el ministro somalí, de 31 años, viajaba a bordo de un vehículo a prueba de balas, el cual fue considerado por el guardaespaldas como “una amenaza, por lo que decidió abrir fuego”.

“El guardaespaldas del auditor general, Nur Farah, disparó contra el coche que llevaba a Abbas Abdullahi Sheikh Siraji, ministro de Obras públicas y Reconstrucción, pensando que era conducido por militantes extremistas, afirmó el capitán Mohamed Hassan”, jefe de la Policía local.

En declaraciones a la prensa, el responsable policial dijo que el ministro “fue asesinado por error, porque el guardaespaldas identificó falsamente al ministro, “ha habido un intercambio de disparos.

Varios de los guardaespaldas de Siraji resultaron heridos en el incidente, dijo Hassan.

En el vehículo viajaba otro ministro del gabinete somalí, quien logró sobrevivir, resaltó, sin dar mayores detalles, ni revelar su identidad, según un reporte de la emisora estatal Radio Mogadishu y el sitio de noticias All Africa.

El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmajo, suspendió una visita de trabajo a Etiopía y ordenó un funeral de Estado.

Además, el mandatario somalí, ha ordenado a los jefes de seguridad inmediatamente después de conocer esta lamentable tragedia, asegurarse de que los autores fueron puestos “bajo reserva, señaló.

El ministro de Información reveló que varias personas habían sido detenidas en relación con el incidente, pero no dio detalles, destacó el reporte de la estatal Radio Mogadishu.

La inseguridad en la capital somalí es grave debido a la presencia del grupo armado al Shabab, que ha lanzado varios atentados con coches bomba contra un sinfín de blancos oficiales, incluido el Palacio Presidencial, instalaciones militares y hoteles de Lujo de Mogadiscio.

Al Shabab (Los Jóvenes, en árabe) es reconocido internacionalmente por los ataques que ha perpetrado fuera de Somalia, incluido el registrado en abril de 2015 contra una universidad en la ciudad keniana de Garissa, donde sus combatientes masacraron a al menos 148 personas.

El ataque en la Universidad de Garissa fue considerado el más mortífero cometido por el grupo islamista desde el asedio de septiembre de 2013 contra un lujoso centro comercial de Nairobi, que dejó 67 muertos y cientos de heridos.

Además Al Shabab es reconocido por el atentado contra un bar durante la final de la Copa Mundial de Fútbol de 2010, que el grupo realizó en Uganda, cobrando la vida de al menos 76 personas, que se habían congregada para disfrutar del partido entre Holanda y España.

 

SOMALIA PIERDE A UNA DE SUS MAYORES ESPERANZAS DE CAMBIO

Siraji, de 31 años, era el ministro más joven del nuevo gabinete somalí formado tras las elecciones presidenciales celebradas el pasado 8 de febrero.

Era miembro del Parlamento por la ciudad de Kismayo, aunque creció en el campamento de refugiados de Dadaab, en el norte de Kenia y muy cerca de la frontera somalí.

Fue el primer refugiado que regresó a Somalia y se convirtió en ministro, lo que lo convirtió en un símbolo de esperanza para los cientos de miles de refugiados somalís que han tenido que huir a países vecinos debido a la violencia y a la crisis alimentaria.

Los jóvenes somalíes, consternados por lo sucedido, manifestaron su tristeza por perder a su más esperanzador representante de cambio, al que el presidente definió como “diligente y patriótico”.

El ministro de Información de Somalia, Abdirahman Omar Osman, expresó asimismo sus condolencias y calificó a Siraji como una “joven estrella brillante que mostró su compromiso de servir a su país”.

La muerte del joven ministro ha conmocionado también a la comunidad internacional y organismos como Naciones Unidas, que lamentó la pérdida y destacó la “energía” y el “idealismo” de Siraji.

“La muerte del ministro es un choque horrible, una gran pérdida para Somalia”, dijo el representante especial de la ONU en Somalia, Michael Keating.

Siraji formaba parte del nuevo Gobierno formado por veinticinco miembros, seis de ellos mujeres, que tenían como principal reto la reconstrucción de un país devastado por la guerra, el terrorismo y la hambruna.

La preocupación por la seguridad en la capital de Somalia es alta, ya que el grupo terrorista Al Shabab continúa apuntando al Palacio presidencial, a instalaciones militares y hoteles con atentados suicidas y ataques esporádicos.

De hecho, uno de los principales desafíos del Gobierno es el grupo yihadista, que anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda y lucha por instaurar un estado islámico de corte wahabí en Somalia, donde perpetra regularmente atentados contra civiles, policías, representantes del Gobierno y militares.

El mes pasado, el presidente somalí declaró el “estado de guerra” para acabar con los terroristas, que todavía controlan amplias zonas del sur y del centro del país.

RAMG