ESTADOS UNIDOS

Condena mundial por comentarios de Trump sobre neonazis y supremacistas

Hasta hace unos días se tenía planeado que los reflectores de Washington al menos para esta semana apuntaran al inicio de las renegociaciones del TLCAN.

La realidad es que no ha sido así, debido a las recientes acciones de Donald Trump.

La postura del presidente Trump sobre lo ocurrido en Charlottesville, Virginia, ha sido reprobada no sólo por el sector político y medios estadounidenses, sino por líderes mundiales.

Dirigentes del Partido Republicano se han distanciado de las últimas declaraciones del presidente en las que afirmó que algunas de las personas que participaron en la marcha organizada por neonazis y supremacistas blancos son buenas personas. El líder republicano en el Senado Mitch McConnell rechazó categóricamente esa afirmación.

Los expresidentes George H. W. Bush y su hijo George W. Bush publicaron un comunicado conjunto, algo poco habitual en ellos, en el que sin citar a Trump llamaron a rechazar el racismo, el antisemitismo y el odio en todas sus formas.

En el mismo sentido se pronunciaron otros integrantes de la cúpula del partido en el poder.

“Cuando se habla de Charlottesville, la culpa recae claramente en el KKK y en los supremacistas blancos”, dijo Ronna Romney McDaniel, dirigente del Comité Nacional Republicano

Por su parte, John Kasich, gobernador de Ohio, manifestó: “Esto es terrible, el presidente de Estados Unidos debe condenar a este tipo de grupos de odio” y agregó: “Es necesario que repare los daños y es necesario que los republicanos hablen alto y fuerte”.

The New York Times en su editorial lamentó el comportamiento del presidente pero destacó que desgraciadamente no fue sorpresivo. Los Angeles Times calificó los comentarios de Trump de irresponsables.

Las ambiguas reacciones del presidente llevaron a ocho reconocidos líderes empresariales a renunciar a dos de los Consejos de Asesoría Económica de la Casa Blanca, a lo que Trump respondió con disolverlos.

Fuera de la Unión Americana, la primera ministra británica Theresa May aseguró que la extrema derecha siempre debe ser condenada.

“Absolutamente aborrezco el racismo, el odio y la violencia que hemos visto retratados por estos grupos. El Reino Unido ha tomado medidas para prohibir la existencia de grupos de extrema derecha aquí, hemos expulsado a ciertos grupos de extrema derecha aquí en el Reino Unido. No hay equivalencia, no veo ninguna equivalencia entre los que proponen puntos de vista fascistas y los que se oponen a ellos”, puntualizó May.

La Unión Europea evitó hacer un pronunciamiento sobre el líder estadounidense, pero condenó toda forma de racismo, mientras que el grupo de expertos en derechos humanos de la ONU advirtió que lo ocurrido en Virginia es el último ejemplo de que crecen las muestras de intolerancia en Estados Unidos.

Políticos alemanes acusaron a Trump de trivializar la violencia nazi.

“El debate estadounidense ha demostrado la indignación con que recibieron las primeras observaciones del presidente americano en los Estados Unidos. Esta parece ser la razón por la que ahora se corrige, pero la indignación fue justa y vemos lo que puede suceder cuando usted da rienda suelta a los extremistas de derecha. Sobre todo, esto debe ser visto como una lección para nosotros en Europa y Alemania”, advirtió Sigmar Gabriel, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania

A pesar de la condena mundial el presidente Trump no ha mostrado intención de retractarse.

 

Con información de Agustín Cataldo

AAE