La comunidad católica de Cuautitlán Izcalli despidió al padre Rubén Alcántara Díaz, quien fue apuñalado dentro de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, el 19 de abril.
El sacerdote Miguel Ángel Hernández destacó que recuerda “con mucho cariño a mi hermano el padre Rubén, fuimos compañeros de generación y fue para mí un gran amigo, un gran compañero y sobre todo un gran sacerdote”.
También la feligresía lamentó la muerte del sacerdote. María de Lourdes Anaya Cisneros subrayó que lo recuerda “con una belleza inmensa, con un amor, siempre abrazándonos en el amor a Cristo, siempre, fue un santo el padre”.
También la feligresa Lilia López lo recordó, “siempre dándonos esos sacramentos que nos dan vida, la gracia de Dios, siempre luchando, esforzándose”.
Después de casi dos días con el féretro del sacerdote dentro de la Catedral de Cuautitlán Izcalli, luego de una misa oficiada por el Obispo Francisco González Ramos, poco después de las 11 de la mañana de este viernes, el cortejo fúnebre partió hacia un panteón en Naucalpan.
Pedimos seguridad, porqué hay mucha violencia, hay mala educación, la familia, la familia es un desastre y la sociedad es un desastre”, destacó el padre italiano Max.
Autobuses y autos particulares siguieron la carroza por más de 20 kilómetros desde Izcalli hasta Naucalpan de Juárez
Luego de celebrar otra ceremonia en la capilla del panteón, familiares y amigos caminaron con el féretro del padre Rubén hasta su última morada.
Poco antes de las tres de la tarde, el Padre Rubén Alcántara Díaz fue sepultado.
La Procuraduría de Justicia Capitalina informó que las investigaciones continúan.
(Con información de Juan Francisco Santa Anna)
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