CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Comienza temporada de huracanes en el Atlántico con Cristóbal en el umbral

La temporada de huracanes en el Atlántico empezó oficialmente con el COVID-19 como agravante y se prevé que será más activa de lo normal

La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó oficialmente con el COVID-19 como agravante y muchas probabilidades de formación de una tormenta tropical en el Golfo de México en 48 horas, lo que solo es el inicio de seis meses de inquietud para millones de personas.

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La temporada, que según todos los pronósticos será más activa de lo normal, se adelantó este año con las tormentas tropicales ‘Arthur’ y ‘Bertha’, formadas en mayo, a las que en los próximos dos días se puede sumar Cristóbal.

Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH), hay un 90 % de probabilidades de que un sistema de bajas presiones derivado de la tormenta tropical ‘Amanda’ del Pacífico se convierta en el Golfo de México en la tercera tormenta tropical de 2020, que de acuerdo con la lista llevará un nombre en español: Cristóbal.

Según los meteorólogos, este año habrá de 13 a 19 tormentas tropicales con nombre (con vientos de 63 kilómetros por hora), de las cuales de 6 a 10 podrían convertirse en huracanes, con vientos de 119 km/h.

Y de esos huracanes de 3 a 6 podrían llegar a ser mayores, es decir con vientos máximos sostenidos de 178 km/h o más.

Tony Reynes, meteorólogo del CNH, dijo que con el COVID-19 todo es más lento y no se pueden dejar los preparativos hasta cuando se emitan avisos de tormentas.

“La lección más importante que nos ha dejado el COVID-19 estos meses es no esperar a lo último. Ahora es el momento de prepararse. Haga su plan de contingencia”, enfatizó Reynes.

El experto señaló que esta temporada atlántica trae muchos retos para las autoridades de Estados Unidos, que deberán modificar sus planes de contingencia especialmente en lo que se refiere a las evacuaciones y refugios.

Sobre las tormentas tempraneras, Reynes explicó que en los últimos dos a tres años ha habido “una actividad un poco más alta en términos de ciclones antes de la temporada oficial”.

Sin embargo, aclaró que estos fenómenos no son “ciento por ciento tropicales”, sino más bien híbridos, es decir, una combinación de condiciones tropicales e invernales sin la fuerza de los de la temporada oficial, que termina el 30 de noviembre.

La temporada en la cuenca atlántica, en que según los pronósticos pueden caber hasta tres ciclones importantes, amenaza especialmente porciones de México y Estados Unidos, pero una de las áreas más golpeadas es siempre el Caribe, señaló Reynes.

Eso se debe a muchos factores, pero principalmente, a la intensificación de un sistema de altas presiones en el Atlántico Central, a la altura de la isla de Bermuda, que “bloquea el paso de los huracanes hacia el norte y no les queda otro remedio que pasar por el Caribe”.

En Puerto Rico, donde aún queda mucha infraestructura por reparar dañada tras el huracán María de 2017, el Gobierno continúa sin un plan de emergencias para afrontar la nueva temporada.

En esta isla, como en todo el Caribe, buscan reforzar el distanciamiento social e higiene, que será más difícil de controlar en refugios en caso de evacuaciones.

En las Bahamas, donde el huracán Dorián arrasó en septiembre pasado las islas Ábaco, en el noroeste del archipiélago, el gobierno trabaja en el relanzamiento de un comité intergubernamental de crisis y la actualización del plan nacional de huracanes.

Mientras, las Islas Vírgenes Británicas han activado desde marzo un equipo de crisis de emergencia que ha tomado como medida más importante la compra de teléfonos satelitales para las islas principales.

Con información de  EFE

LSH