CORRUPCIóN

Comienza juicio por corrupción contra Lula da Silva; podrían inhabilitar candidatura

El juicio para ratificar o suspender la condena de nueve años y medio impuesta al exmandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por corrupción y que podría inhabilitarle para las elecciones presidenciales de octubre, comenzó este miércoles en un Tribunal del país.

Los tres magistrados que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), con sede en Porto Alegre, decidirán si mantienen, modifican o anulan la sentencia que recibió el expresidente (2003-2010) en un caso relacionado con la trama corrupta destapada en la estatal Petrobras.

La Fiscalía brasileña dijo que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva “lamentablemente se corrompió” y afirmó que su condena a nueve años y medio está “suficiente probada”, durante el juicio que se desarrolla en un tribunal de segunda instancia en Porto Alegre.

Son suficientes probados los hechos que llevaron a la condena (…) Lamentablemente Lula se corrompió”, dijo el fiscal Mauricio Gerum en su argumento oral en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4).

Los tres magistrados de la octava sala del tribunal decidirán hoy si ratifican, anulan o modifican la pena por corrupción pasiva y lavado de dinero impuesta a Lula en primera instancia en julio pasado, en un proceso relacionado con el escándalo destapado en la petrolera estatal Petrobras.

En esta causa, una de las siete abiertas en su contra por la Justicia, la mayoría por supuesta corrupción, Lula responde por presuntos sobornos recibidos de la constructora OAS, que se habrían configurado en la entrega de un apartamento en el balneario Guarujá a cambio de favorecer a la compañía en contratos con la petrolera.

Germun subrayó que la investigación demostró que el citado inmueble fue reservado para la familia de Lula y que hay evidencias de su interferencia repetida en Petrobras.

El fiscal situó a Lula en “la mayor trama de corrupción de Brasil” y denunció la existencia de una “tropa de choque” en el Parlamento durante los mandatos del expresidente (2003-2010) “para perpetuar un proyecto político personal”.

También criticó la tentativa de asimilar el proceso a “un juicio político”, tesis que defiende el propio Lula y sus abogados, ofende a la institución, al Poder Judicial y a las víctimas de los delitos cometidos.

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“Si esta Corte absuelve, la Justicia será hecha; si mantiene la condena, la Justicia también será hecha”, apuntó, al tiempo que denunció la “promiscuidad entre el mundo político y el mundo empresarial”.

La acusación de Petrobras insistió también en que hay una “cadena de pruebas irresistible”.

Petrobras fue víctima de una refinada organización criminal, sofisticada y profesional”, dijo el abogado Rente Dotti. “Había audacia en las iniciativas y eficiencia”, agregó, y “la esperanza de hoy es la condena de estos reos por absoluta necesidad del pueblo brasileño”, afirmó.

El expresidente no acudió a la audiencia, dado que la Justicia le autorizó a ausentarse porque no iba a ser interrogado, y sigue la sesión en la sede del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde inició su carrera política y participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) en 1980.

En Porto Alegre, cientos de manifestantes, tanto a favor como en contra de Lula, se concentran en las inmediaciones del tribunal en el que se desarrolla una audiencia que se prevé larga.

Las autoridades han establecido un extenso perímetro de seguridad, que incluye incluso el espacio aéreo, para proteger la sede del tribunal, situado en el centro de la capital del sureño estado de Río Grande do Sul.

Los alrededores del tribunal están completamente blindados con decenas de policías que vigilan incluso las azoteas y los asistentes al juicio han tenido que superar hasta tres cordones de seguridad para conseguir acceder a la sala.

Lula se convirtió el pasado 12 de julio en el primer exmandatario brasileño condenado penalmente desde el restablecimiento de la democracia (1985), pero le fue permitido responder en libertad.

El juicio definirá el futuro personal de Lula y puede influir en el desarrollo del proceso político ante las elecciones de octubre próximo, a las que el expresidente pretende presentarse como candidato del PT.

Lula lidera hasta ahora los sondeos de opinión, pero una eventual ratificación de la condena hoy podría impedirle ser candidato, lo cual sería decidido posteriormente por la justicia electoral.

Con información de EFE

HVI/RMT