Para enfrentar a grupos delictivos que operan en Ciudad de México, comerciantes del Centro Histórico crearon chats para alertarse de posibles amenazas, incluso han contratado vigilantes, pero hay un delito que no han podido evitar: el de las extorsiones.
Este chat surgió por el estado de indefensión en que nos encontrábamos aquí en la calle de las novias, la gente no tuvo más remedio que unirse, a mí me han balaceado una tienda, me han quemado una tienda”, relató José Luis Santiago, quien es comerciante en la calle República de Chile.
Ante las extorsiones de grupos delincuenciales, que les exigen hasta 50 mil pesos mensuales, él y decenas de locatarios crearon un chat de seguridad para denunciar los delitos y auxiliarse entre ellos.
Empezamos cinco tiendas, diez tiendas, al final éramos 240 tiendas, cada tienda, con una persona, con un visor”, agregó.
Los visores son vigilantes contratados por los locatarios para efectuar rondines en las calles. Si observan algún movimiento sospechoso, lo informan de inmediato en el chat. Además, los comerciantes instalaron cámaras de extremo a extremo de la calle República de Chile y dentro de todos los locales.
Los comerciantes denuncian que la extorsión extrema sucede en las calles de Correo Mayor, Moneda, Eje 1 y Circunvalación.
José Luis asegura que varios comerciantes de otras calles del primer cuadro solicitan formar parte del chat.
La gente que está en Venustiano Carranza se siente amenazada, Palma, Cuba, prácticamente todo alrededor, se sabe de todos lados, esto no para. esto está latente allá afuera”, reiteró.
Al primer trimestre de 2019, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la extorsión en Ciudad de México se incrementó 121 por ciento en relación con el mismo periodo de 2018, al pasar de 125 a 277 carpetas de investigación.
Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado 5 de abril contra el dueño del restaurante La casona del fauno, ubicado en Belisario Domínguez y Palma, quien fue asesinado presuntamente por negarse a pagar el cobro de piso.
Héctor también forma parte del chat de seguridad, donde hay 100 locatarios más y confiesa que paga cuatro mil mensuales para no ser extorsionado.
Son varias células las que se presentan en el centro, y te llegan dos, tres pelados empistolados, por temor, la mayoría, paga”, comentó.
Unos 120 empleados vigilan sus propios negocios o los de otros, y cuando detectan algo extraño, lo notifican a los gerentes y ellos, lo difunden en el chat.
Ante la falta de vigilancia por parte de la Policía, pasan cada hora a checar que estemos bien, el problema está en que no los tenemos de 24 horas ahí, quiero pensar que alivia un poquito, pero no es el caso de la extorsión”, dijo Héctor.
Estas acciones no han frenado las extorsiones, ante ello, los comerciantes se debaten entre confiar en los cuerpos policiacos o renunciar a sus fuentes de trabajo.
Apenas sacas para comer y les tienes que pagar a estos delincuentes”, señaló Héctor.
Con información de En Punto
LHE
