La prisa de los usuarios, las grandes filas y empujones para entrar a los vagones del Metro facilitan el trabajo a los ladrones, como se ve en videos de las cámaras de seguridad.
Los presuntos delincuentes actúan en grupos de dos o tres; buscan evitar que los elementos de Seguridad del Metro se percaten del robo que acaban de cometer contra una pareja.
Al darse cuenta que les falta algo, los afectados buscan al responsable y notifican a las autoridades lo sucedido.
Marco Antonio Muñoz, gerente de Seguridad del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, explicó que “el Código Rojo está dedicado específicamente a lo que es abatir o inhibir, en la mejor de las partes, el delito de robo… Este código lo que genera es darle mayor confianza al usuario para que pueda denunciar todo tipo de conducta que se genere al interior”.
Antes de que entrara en vigor el Código Rojo, los usuarios tenían que ir a levantar una denuncia al Ministerio Público; ahora, quienes sufren un robo cuentan con el apoyo y seguimiento inmediato de policías de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, oficiales de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y autoridades del Metro, dentro de las instalaciones.
El gerente de Seguridad del Metro comentó que los usuarios son apáticos, “al no tener una respuesta inmediata de la autoridad, desiste de su intención de querer denunciar y en su caso que se sancione a la persona que comete un delito”.
El objetivo es incentivar la denuncia ciudadana, para evitar que los criminales, a pesar de ser detenidos, regresen a delinquir.
“El usuario se conforma en esa reparación del daño, que es la entrega del aparato que fue sustraído. A la persona no le interesa judicializar un caso”, detalló el gerente de Seguridad.
Con información de Amador Narcia Crespo.
RMT
