ARTE Y CULTURA

Cierre de Basílica rompe tradiciones y deja mandas sin cumplir de los peregrinos

Tras el cierre de la Basílica, algunos peregrinos planean regalar la misma cantidad de comida a indigentes y enfermos el 24 y 25 de diciembre. 

Para algunos peregrinos, el hecho de no poder acudir a la Basílica rompe con una tradición donde no solo ratificaban su fe sino que, a través de sus mandas, ayudaban a otros peregrinos.

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La Virgen de los salderos, vendedores de ropa, es una de las más de 80 imágenes de Guadalupe que tienen los grupos de comerciantes en el corazón del barrio de Tepito.

“Hace cómo unos 40 años hubo un velador de este mercado que les tiró un balazo a unos que se querían meter a robar y la Virgen lo recibió en su costado, incluso todavía tiene la bala ahí adentro”, describió Juan Carlos Alonso, comerciante de Tepito.

En el expendio de cerveza “La Lupita”, Juan Carlos venera otra imagen de madera de casi un siglo de antigüedad. Durante 50 años, cada 12 de diciembre la ha llevado en peregrinación a la Basílica. Esta vez no será así

“Tantos años que tenemos de estar yendo y estar viendo pues si se siente algo de nostalgia no poder asistir en estos días, pero esperemos que el año que viene sea con mayor esfuerzo y enjundia”, dijo.

Desde hace 30 años Juan Carlos y otros 15 integrantes de la asociación de salderos y cerveceros de Tepito, cumplen su manda regalando más de 10 mil platillos de comida a los peregrinos. Tras el cierre de la Basílica, planean regalar la misma cantidad de comida a indigentes y enfermos el 24 y 25 de diciembre. 

“Damos parte de lo que la Virgen nos da a nosotros, no nos sobra pero podemos compartirlo con alguien más”, refirió Juan Carlos.

Don José de 78 años, originario de Naucalpan, Estado de México, también dona comida a los peregrinos. Desde hace diez años se apoya para esta tarea en sus tres hijos y 11 nietos.

“Empezaron con 2 mil y luego 3 mil, y actualmente se reparten de 8 a 10 mil tacos con su refresco”, afirmó don José.

Con la Basílica cerrada por la pandemia, se romperá la tradición.

“Más que nada tristeza por todo lo que está sucediendo, siente uno raro, extraño, pero tenemos que hacerlo porque si no nos cuidamos nosotros quién nos va a cuidar”, concluyó don José.

 

Con información de Víctor Valles-Mata, Jorge Ulloa y Pablo Romero

KAH