Ramón es un empresario gasolinero del municipio de Quecholac, Puebla, quien cerró su negocio por las bajas ventas.
Aseguró que antes de tomar esta decisión recibió propuestas de los huachicoleros para vender gasolina robada, en su estación de servicio.
“Obviamente no accedimos, sabemos que los controles de calidad que vienen a hacernos las inspecciones, no íbamos a poder comprobar pues entonces decidimos no arriesgarnos”, comentó.
Los empresarios gasolineros indicaron que la caída de sus ventas, que inició hace un año, se agravó hace cinco meses, por el robo de combustible.
Luz María Jiménez, presidenta de la Unión de Gasolineros de Puebla y Tlaxcala, señaló que “si alguien sabía por dónde circulaba el producto y a qué hora era Pemex. Es información privilegiada que filtraron y que cayeron en malas manos”.
Es un problema a nivel estatal, dijeron los empresarios.
Las cuatro estaciones de servicio que cerraron están en los municipios de Quecholac, Tecamachalco, Tepeaca y Libres, todos en la llamada Franja del Huachicol.
“Cerrar implica también un costo, porque la ley derivada de la reforma energética señala las obligaciones que tiene que asumir alguien que suspende operaciones y una de ellas es retirar las tuberías, confinarlos, remediar el suelo y ese proceso costaría en promedio, unos tres o cuatro millones de pesos”, detalló la presidenta de la Unión de Gasolineros de Puebla y Tlaxcala.
Los empresarios advirtieron que el problema ya se extendió a otras zonas de Puebla.
Con información de Antonio Morán.
RMT
