POLíTICA

Cientos de familias migrantes se reúnen en la frontera con Estados Unidos

La Red en Defensa de los Derechos de los Migrantes convocó a alrededor de 200 familias en Ciudad Juárez con el apoyo de organismos de derechos humanos

Este fin de semana doña Consuelo llegó poco antes del amanecer hasta el río Bravo, en la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas, para reencontrarse con su familia que vive en el sur de Texas.

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Doña Consuelo avanzó junto con sus nietas y sus hijos hasta el lecho del río Bravo donde se abrazó fuerte con su hija, luego de 10 años separadas por las leyes migratorias y la pandemia de COVID-19.

“A pues bien contenta, contenta de verla, aunque sea unos minutos, unos segundos, pero pues las ve uno”, dijo Consuelo Martínez, ciudadana.

“Bien, me siento bien. ¿Ya cuánto tiempo tenías que no la abrazabas? Ya muchos años, tenía bastante”, mencionó Tania González, hija de Consuelo.

“Me siento emocionado de ver a mi familia que se está uniendo con su familia, ya van más de 10 años que no ha visto, estamos muy agradecidos”, comentó Javier González, yerno de Consuelo.

Después de algunos minutos doña Consuelo tuvo que dejar nuevamente a su familia y regresar a México.

“Así, mucha felicidad. ¿Estuvo esperando mucho tiempo para abrazarla? Pues sí, pero valió la pena”, dijo Consuelo Martínez, ciudadana.

Esta es la octava ocasión que se realiza esta iniciativa binacional “Abrazos No Muros” como una protesta de organizaciones civiles en ambos lados de la frontera por el muro que divide a México de Estados Unidos, pero también por las políticas migratorias que han dividido familias en los últimos años.

“Mientras sigan separando familias nosotros las seguiremos reunificando, cómo es posible que la política migratoria de un país esté destruyendo la familia latina”, señaló Fernando García, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.

“Lo que estamos diciendo es que queremos abrazarnos como un pueblo que hemos sido divididos por las políticas de los gobiernos, es una expresión de lo que queremos construir, la solidaridad humana sin importar las fronteras”, indicó Carlos Marentes, de la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos.

Al mediodía unas 100 familias lograron abrazarse en medio del río Bravo con la esperanza de que el próximo año podrán unirse nuevamente, si las autoridades lo permiten.

Con información de Francisco Javier Carmona

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