Cientos de familias conservan la tradición del Día de la Candelaria, el 2 de febrero, visten a los Niños Dios y los llevan a bendecir a la iglesia.
“La tradición del pueblo es ponerle al niño un trajecito, ponerlo bien bonito, el hecho es recordar la presentación del niño Jesús en el templo”, explicó Edgar Arák, sacerdote.
Jesús es restaurador de imágenes religiosas, cada año, adopta a los Niños Dios que olvidan en su taller y los lleva a bendecir.
Nosotros traemos como 10, yo restauro las imágenes y luego nos las van dejando, ya no los sacan y ya pues los traemos a bendecir para que no se queden sin su bendición/ es una costumbre desde mis abuelos que nos dejaron esta tradición/ nos da como tristeza verlos sin ropita, el frío, es lo que nos motiva, hace un año fueron como 3 mil, 4 mil pesos lo que nos gastamos de vestir”, dijo Jesús García.
Lo acompañan su esposa y sus hijas.
“En primera cubrirlo del frío, de que no esté encueradito es como un bebé que tenga vida, no queremos que esté desnudo/ es mucho lo que Dios sufrió al nacer, es lo que nos motiva”, aseguró Santos Moreno.
Es una tradición que nos recuerda los 40 días de nacido del niño Dios/ es el que nos protege nuestros hogares y ahora sí que cada quien lo viste como quiere, la tamaliza nos espera ya sabrá”, relató Claudia Rodríguez.
La familia Alcántara, asiste desde hace más de 30 años a la iglesia de la Candelaria de los Patos en la Alcaldía Venustiano Carranza, además de llevar a bendecir a su Niño Dios, regalan comida a todos los asistentes.
“Mi suegro me lo regaló a mi hace 30 y tantos años, el niño ya tiene 100 y tantos años y es de madera, por él estamos aquí nosotros”, destacó Francisco Alcántara.
Yo junto todo el año para dar/ siento bonito, hasta donde Dios nos dé, desde ayer cociné porque hice romeritos y bacalao”, aseguró Estela Rojano.
Después de la bendición, la tradición marca que los dueños de los Niños regresan a casa para comer en familia los tradicionales tamales.
Con información de Elizabeth Mavil
HVI
