El banco central de China elevó el jueves las tasas de interés a corto plazo por tercera vez en igual cantidad de meses, en lo que economistas dijeron que era un intento por contener las salidas de capital y mantener al yuan estable después de que la Reserva Federal de Estados Unidos elevó los tipos.
El Banco Popular de China (BPC) elevó en 10 puntos básicos las tasas de interés tanto en el mecanismo de crédito a mediano plazo como en las operaciones de mercado abierto a través de acuerdos de recompra inversa.
El incremento de las tasas chinas tuvo lugar un día después del término de la sesión anual del Parlamento en que líderes advirtieron que una de las principales prioridades este año será contener los riesgos de un rápido crecimiento de la deuda.
Horas antes, la Fed elevó su tasa de interés referencial, como se esperaba, y señaló que habrá más alzas de los tipos en la medida en que la economía estadounidense cobre impulso.
“El momento lo dice todo. China ya no está aislada de la Fed y, en forma más general, de las condiciones financieras internacionales”, comentó Alicia García Guerrero, economista jefe de Asia Pacífico de Natixis.
El Banco Popular de China había dejado su tasa de interés referencial sin cambios desde un recorte en octubre de 2015 y dijo explícitamente que la acción del jueves no debería ser vista como un endurecimiento monetario como el de la Fed.
Pero analistas e inversionistas creen que el BPC está usando cada vez más las tasas del mercado de dinero y otras herramientas en su lucha por contener los riesgos financieros de años de estímulo alimentado por la deuda y para elevar los costos para especuladores que apuesten contra el yuan.
“Las tasas más altas y mayor endurecimiento de política monetaria en Estados Unidos podrían provocar más salidas de capital y tener cierto impacto negativo en el sistema financiero chino. Creo que (las autoridades chinas) quieren estabilizar la moneda en este momento”, dijo el economista de Nomura Yang Zhao.
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