POLíTICA

Piñera propone ‘acuerdo social’ para atender protestas en Chile

Suman cuatro días de protestas en Chile y al menos 11 muertos

El presidente Sebastián Piñera propuso la noche de este lunes un “acuerdo social” para hacer frente a las demandas expresadas en las protestas que suman cuatro días y dejan ya 11 muertos en todo Chile.

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“Mañana (martes) me reuniré con presidentes de partidos, tanto de gobierno como de oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos unidos acercarnos con rapidez, eficacia y también con responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos”, afirmó Sebastián Piñera en un mensaje público.

El alza del precio del pasaje del metro motivó una ola de protesta que fue en aumento y acogió otras reclamaciones contra la precariedad de la sanidad, las jubilaciones o el sistema educativo.

Desde el pasado viernes, grupos violentos han radicalizado las protestas, que se han cobrado hasta el momento al menos once muertos y que obligó a que se decretara el toque de queda en varias ciudades.

La cuarta jornada de protestas se vivió con intensidad en todo Chile este lunes, cuando muchos chilenos intentaron -con varias complicaciones- retomar en parte sus actividades normales.

Bailando, caceroleando y aplaudiendo con fuerza cada vez que sobrevolaba un helicóptero militar, los manifestantes también coreaban: “Ohhh…Chile despertó; Chile despertó…”.

Las muertes han ocurrido en su mayoría a causa de incendios de instalaciones en medio de saqueos. El Partido Comunista denuncia la muerte por un disparo policial de un joven ecuatoriano en la ciudad de La Serena (norte)

El ministro de Salud, Jaime Máñalich, informó de su lado que hay 239 civiles heridos, ocho de ellos en riesgo vital. El titular de la cartera de Interior, Andrés Chadwick, dijo que 50 policías y soldados también resultaron heridos, en tanto la Fiscalía dio cuenta de 2.151 detenidos en todo Chile. El Instituto de Derechos Humanos reportó en tanto 37 heridos por arma de fuego.

En un ambiente de gran tensión, muchos empleadores cancelaron las jornadas de trabajo y las clases estaban suspendidas en prácticamente todos los colegios y universidades hasta al menos este martes.

En el centro de Santiago, con una gran presencia militar y policial durante todo el día e incidentes en varios puntos, algunas tiendas abrieron sus puertas, pero la mayoría de los supermercados y centros comerciales permanecieron cerrados o abrieron parcialmente.

En los pocos supermercados que abrieron, las personas hicieron largas filas para abastecerse de víveres. En las gasolineras también hubo enormes colas de vehículos para cargar combustible.

La violencia de las protestas tenía a muchos perplejos, con miedo, aunque también expectantes de los cambios que se pueden venir tras el estallido.

Con tres noches consecutivas de toque de queda en varias ciudades de Chile y cuando cundían los saqueos y pillajes, los vecinos se organizaban para evitar ataques a sus hogares.

Armados con palos y con los chalecos amarillos que popularizaron manifestantes en Francia, defendían sus casas, pero también supermercados y tiendas de barrio que quedaron en pie y no fueron vandalizados.

En alianza con las fuerzas del orden, realizaban rondas de vigilancia junto a policías y militares que les permitían salir a las calles pese al toque de queda.

Con información de AFP.
FJMM