Una cripta maya en la zona arqueológica de Toniná, en Chiapas, reveló que tres personajes distinguidos de este antiguo reino fueron cremados y después sus cenizas usadas para elaborar bolas de hule para el Juego de Pelota.
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Las cenizas humanas, junto con carbón, goma y raíces, fueron halladas en más de 400 vasijas de una cripta prehispánica del Templo del Sol, en la zona arqueológica de Toniná, en Ocosingo, Chiapas. El Instituto Nacional de Antropología e Historia, determinó que estos restos usados en la elaboración de pelotas pertenecían a dos gobernantes y una habitante del antiguo reino maya de Po’p, que habitó durante el periodo clásico maya, entre los años 500 y 687.
“Así como en Egipto trataban de preservar aquí lo que sabemos es que los transformaban en otro aspecto las incorporaban a las pelotas que además en el clásico eran unas pelotas gigantes”, dijo el arqueólogo Juan Yadeun Angulo.
El arqueólogo asegura que para esta cultura la transformación del cuerpo significaba que podían vivir después de la muerte.
“Tenemos toda la evidencia en la cancha del juego de pelota que los tres discos centrales de la cancha dicen que esos señores volvieron a renacer 260 días después que salieron de la Cueva de la Muerte, ya transformados en otra cosa”, concluyó.
Este hallazgo es una muestra de la complejidad de la religión maya.
Con información de En Punto
KAH