Las columnas de ceniza que arroja el Volcán de Fuego de Colima después de cada explosión, se esparcen por lo menos 30 kilómetros.
Esto provoca que el material volcánico dañe cultivos en poblaciones de Colima y Jalisco.
“Como es la zarzamora, como lo es el arándano, como lo es el cultivo del café, algunas partes de compañeros que tienen aguacate ahí en el municipio de Cuauhtémoc”, señaló Jesús Plascencia, director de Fomento Agropecuario y Forestal de Colima.
Tan sólo en el municipio de Cuauhtémoc a unos 17 kilómetros de la ciudad de Colima, unos 38 productores han resultado afectados.
“Dependiendo del tamaño de la explosión es la cantidad de ceniza y el daño que nos ocasiona al cultivo, principalmente a la fruta. La ceniza con el sereno reacciona y nos quema la fruta”, explicó Luis Enrique Guardado, productor de zarzamora.
(Twitter/@berthareynoso)
Después de una lluvia de ceniza volcánica, los cultivos de zarzamora se lavan con agua y jabón, utilizando bombas fumigadoras.
Se calcula que en cada limpieza se requieren 3 mil litros de agua por hectárea.
“Y se ve como la ceniza queda pegada es bien difícil que la quitemos bien, tratamos que en la fruta no se vea porque no se quita bien y esto aparte de que se ve mal, afecta la fotosíntesis y la planta tiene menos producción”, aseguró Luis Enrique Guardado.
Por lo regular la fruta madura no resiste el lavado y se desperdicia.
“La fruta que no se alcanza a limpiar completamente pues esa fruta ya no pasa para poder ser comercializada y pues para ellos es pérdida”, detalló Jesús Plascencia, director de Fomento Agropecuario y Forestal de Colima.
En el municipio de Cuauhtémoc, la lluvia de ceniza ha afectado 150 hectáreas de frutos y aproximadamente 300 hectáreas de bosque en las partes más altas.
Con información de Bertha Reynoso
MAP
