Para la cena de fin de año, los ingredientes que prefieren los comensales son diversos. En el mercado de San Juan Ernesto Pugibet, en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, las carnes exóticas son el atractivo, por ejemplo, la de león, la cual tiene un costo de 800 pesos el kilo.
En este negocio aseguran que las carnes de animales que venden tienen la autorización de la Secretaría del medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y vienen directamente de un criadero en Monterrey.
“Aquí tenemos de todo, desde león, búfalo, jabalí, venado, avestruz, cocodrilo, escamoles, gusano de maguey, chapulines, cabrito, pato (…) nosotros tenemos un permiso ante la Semarnat, donde nos avala que todo es legal y te garantiza que es el producto”, dijo el empleado Jonathan Carmona.
En San Juan Ernesto Pugibet se puede encontrar desde camarones, pescados, jaibas y langostas hasta 350 tipos distintos de quesos de importación: “Jamón serrano, manchego, españoles, se pueden llevar el de oveja, tres leches, murcia al vino tinto, con uvas, higos, una buena elección de quesos para el 31”, mencionó la comerciante Alexandra Castro.
Aunque también hay quienes prefieren una cena con ingredientes tradicionales, como Selene Anguiano: “Ensalada de manzana, sopa fría, ensalada de romeritos, bacalao, pavo ahumado relleno (…) hay que ponerle mantequilla, naranja, vino blanco (…) caldo de camarón, pero para el otro día jeje”.
Por su parte, los hijos de Catalina Pasten viven en Francia y la visitan este año; ellos cocinarán la cena: “Compré conejo y pavo (…) con kale, brócoli, muchas hierbas finas que ellos les ponen (…) lo acompañan con un vino suave, una agüita de pepino con jengibre con hielito. ¿De postre? ellos hacen manzana al horno con canela”.
Juan Amaro cenará cabrito: “…lo vamos a hacer en barbacoa y el lechón al horno (…) con la ensalada típica de mi mamá que hace de manzana, una de betabel (…) hacemos un clericot y ponche tradicional”.
Una clienta del mercado San Juan Ernesto Pugibet considera que lo importante del menú que se escoja es el poder compartirlo en familia: “No es lo que se cene si no, no perder la tradición de la convivencia familiar (…) lo más importante es la familia, el núcleo familiar”.
Con información de Susana López
MFH
